São Gabriel da Cachoeira - Marcina Alemão Pereira es una joven indígena de 21 años que vive en una comunidad del municipio de São Gabriel da Cachoeira, a la orilla del Río Negro, llamada Tabocal dos Pereira. Hablando con la Agencia Fides sobre el modo de vida en su comunidad, explica que el día a día está determinado por el trabajo. La joven reconoce que le gusta vivir en la comunidad, aunque tampoco descarta la posibilidad de hacerlo en otro lugar. Algo que cada vez está más presente en el subconsciente de los pueblos indígenas es el modo de vida occidental, a pesar del poco contacto que tienen con él. Por eso, entre las dificultades de vivir en una comunidad indígena, destaca a la Agencia Fides “la falta de trabajo remunerado, las cosas que uno no tiene y también que es muy difícil estudiar”.
Entre sus planes de futuro está ese deseo de estudiar. La joven del pueblo baré concluyó el año pasado la enseñanza media y quiere estudiar en la llamada facultad indígena. Ella dice que “mi sueño es ser alguna cosa para ayudar a la comunidad, como agente comunitario de salud”. Uno de los grandes problemas que están presentes en las comunidades indígenas, también entre los jóvenes, es el del alcoholismo, lo que es reconocido por la joven a la Agencia Fides, “la bebida alcohólica es un problema serio, la gente bebe mucho, también los cigarros”. En ese sentido, Marcina Pereira, prosigue diciendo que eso “causa muchos problemas en las fiestas patronales, pues los amigos se pelean entre ellos y dejan de llevarse bien. Cuando los hombres beben mucho llegan a casa y hablan con sus mujeres queriendo pelea. Ese es el problema de la bebida alcohólica aquí”.
Según Marcina, “la falta de unión dentro de la comunidad desde hace unos meses, ha hecho que la comunidad no esté bien y dificulta el trabajo, también dentro de la propia Iglesia”. Marcina ve que para encontrar una solución, “la comunidad necesita reunirse y hablar sobre como vivir unidos unos con los otros, no llevarse mal, hacer el trabajo juntos, conversar unos con otros”, reconoce la joven baré a la Agencia Fides.
“La Iglesia debe ayudar a los jóvenes a unirse, pues cuando los catequistas van saliendo de la comunidad, nos quedamos sin cabeza”, relata Marcina a la Agencia Fides, para quien el Sínodo de la Amazonia debe trabajar esa dimensión, ayudando a las comunidades y a los jóvenes a estar cada vez más unidos.
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