Marawi - El 23 de mayo de hace un año comenzó la invasión de los grupos terroristas vinculados al Estado Islámico que se atrincheraron en la ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao. Más de 360.000 personas se vieron obligadas a huir de la ciudad cuando comenzó el asedio del ejército filipino, que duró cinco meses con intensos combates.
Hoy los cristianos y los musulmanes están comprometidos en promover la paz y la armonía en Marawi. “La Prelatura de Marawi trabaja incansablemente para promover la paz, el respeto, la igualdad y el amor entre cristianos y musulmanes de nuestra comunidad”, dice a Fides María Teresa Soriano, profesora de la Universidad Católica de Marawi. Sacerdotes, religiosas y laicos trabajan para motivar e inspirar a jóvenes y mayores a comprometerse en reconstruir sus vidas y sus hogares, señala que el obispo de Soriano Edwin de la Peña, quien dirige la prelatura Marawi, e hizo un llamamiento a todas las personas a “trabajar juntos para la reconstrucción”. El gobierno ha comenzado a reconstruir la ciudad y a reubicar a las personas desplazadas con un plan detallado gracias a la asistencia de las agencias humanitarias internacionales y de gobiernos de todo el mundo. Según las previsiones, estos trabajos de reconstrucción pueden extenderse por unos cuatro años.
Sin embargo, la alarma no ha cesado puesto que aún hay presencia de grupos radicales en las regiones de Lanao del Sur y Lanao del Norte, en áreas rurales fuera de la ciudad de Marawi y en otras provincias de Mindanao. La situación de seguridad en Mindanao sigue siendo precaria y la ley marcial continúa vigente. La Secretaría Nacional de Acción Social , -que es Cáritas de Filipinas-, ha lanzado y promovido en todas las diócesis una colecta de fondos para el programa de rehabilitación en marcha en la ciudad de Marawi.
Cáritas de la diócesis de Manila asiste a las familias desplazadas en Marawi, proporcionó asistencia alimentaria y sanitaria, medios de subsistencia, apoyo psicosocial a los niños y acogió a unas 500 familias desplazadas, cristianas y musulmanas. “Urge testimoniar la misericordia y el amor de Cristo a los más necesitados en Marawi”, explica el padre Anton CT Pascual, Director Ejecutivo de Cáritas Manila.
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