Veracruz – “Jesús nos dijo que no odiásemos a los que piensan diferente de nosotros o nos hacen daño. Debemos perseverar, ser fieles a nuestra fe y esperar el momento en que el que “la verdad nos haga libres”, como dice el Evangelio. No es el mejor momento para Veracruz, pero los cristianos debemos tratar de superarnos e intentar construir un Estado que sepa sonreír, también gracias a los recursos que provienen de las civilizaciones antiguas”. Son las palabras del cardenal Sergio Obeso Rivera para la Agencia Fides, inmediatamente después de su nombramiento, sobre la dramática situación de violencia que sufre el estado de Veracruz, la archidiócesis de la que es originario, y sobre los ataques a los católicos que defienden los derechos humanos.
Entre los 14 nuevos cardenales que el Papa Francisco creará el 29 de junio, está también Sergio Obeso Rivera, quien durante 28 años dirigió la archidiócesis de la que ahora es emérito, la de Xalapa. Sobre el cardenalato asegura: “El Papa Francisco quiere decirme: “siga sirviendo a la Iglesia con sus dones, pocos o muchos”. El ejemplo que nos da el Papa va más allá de su magisterio intelectual”. Para monseñor Sergio el cardenal es un estímulo para “mantener los brazos abiertos a todos, sin distinción”.
El purpurado explica: “No me lo esperaba. Ya tengo 86 años y estoy físicamente limitado”. El anuncio dado por monseñor Reyes durante la misa de Pentecostés en la catedral causó una ovación entre los fieles presentes. Monseñor Obeso Rivera es muy querido. Entre sus méritos más reconocidos se encuentra su trabajo como Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana por tres veces. En aquel tiempo, como cuenta a la Agencia Fides el padre Rafael González, -ex rector del seminario menor, vicario de la judicatura y postulador diocesano -, monseñor Sergio “gracias a sus relaciones diplomáticas con los presidentes de la República, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, logró restablecer las relaciones entre el Estado y la Iglesia, interrumpidas por la época del presidente Benito Juárez ”. “Es un hombre muy inteligente y sabio, con las características de un pastor”, dice el padre Rafael, quien destaca su gran trabajo en una archidiócesis, dividida en tres durante su episcopado. Mérito de monseñor Obeso Rivera es también la canonización de San Rafael Guízar, patrón de los obispos mexicanos.
El cardenal José Francisco Robles Ortega, de Guadalajara, presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, definió a monseñor Obeso como “un hombre sencillo, austero, extremadamente disponible para el servicio y atento a las realidades sociales de México”.
Monseñor Sergio Obeso Rivera nació en Xalapa el 31 de octubre de 1931 y fue ordenado sacerdote en Roma, donde estudió en el Pontificio Colegio Pío Latinoamericano, en 1954. Fue nombrado obispo de Papantla por el beato Papa Pablo VI en 1971, con solo 39 años. Durante 33 años sirvió en la archidiócesis de Xalapa hasta 2007 por límites de edad.
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