Yakarta - “Los obispos indonesios están conmocionados, han expresado su fuerte decepción y su gran solidaridad con las familias de los muertos y heridos. Es traumático saber que ha sido una familia al completo de terroristas suicidas los que nos han golpeado: ¿qué inyectamos en las mentes de los niños? ¿Se les educa al extremismo? Esta es la pregunta más profunda que estos ataques traen consigo”: los dice a la Agencia Fides el p. Siprianus Hormat, Secretario Ejecutivo de la Conferencia Episcopal de Indonesia, informando sobre el pensamiento del episcopado católico de Indonesia después de los tres atentados que sacudieron ayer, 13 de mayo, una iglesia católica y dos protestantes en Surabaya, ciudad de la isla de Java, la segunda más grande después de la capital, Yakarta.
El p. Hormat revela a Fides: “El objetivo principal eran los puestos de policía pero, en segundo lugar, al estar bien defendidos, se decidió atacar a las iglesias. Se pretende golpear la convivencia y el pluralismo, bien principal de la sociedad indonesia, y buscan visibilidad en todo el mundo. Los obispos de Indonesia trabajan mucho en el ámbito del diálogo interreligioso, y en estas horas se está pensando en iniciativas comunes, entre líderes cristianos y musulmanes, para estigmatizar la violencia, el odio y el terrorismo. La sociedad debe permanecer unida y rechazar estas fuerzas malignas”.
El Secretario concluye: “Hoy vivimos en tensión y miedo, pero la Iglesia Católica en Indonesia tiene plena confianza en el Presidente, en las instituciones públicas, en toda la sociedad, para detener el extremismo, que quiere envenenar a la sociedad. En Surabaya, ayer por la tarde se cancelaron las misas, pero los cristianos no se dejan intimidar: creemos y trabajamos por el diálogo y la fraternidad hacia todos. Indonesia no permitirá que las fuerzas del mal destruyan la coexistencia y la democracia”
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