AMÉRICA/NICARAGUA - Amenazas de muerte a monseñor Silvio Báez, comprometido en el diálogo nacional

Managua - “Nos encontramos en la urgente necesidad de informar a nuestro pueblo sobre la campaña para desacreditar a lobispos y sacerdotes y las amenazas de muerte a las que estamos sometidos, en concreto, hacia nuestro buen hermano monseñor Silvio Báez Ortega, obispo auxiliar de Managua”. Así lo anunció la Conferencia Episcopal de Nicaragua en un comunicado enviado a la Agencia Fides. Las amenazas y calumnias denunciados llegan a través de “ataques orquestados en los medios de comunicación estatales y a través de periodistas o usuarios falsos u ocultos en redes sociales como Facebook y Twitter”, informa el texto.

Estos ataques tienen lugar mientras se llevan a cabo las conversaciones del “Diálogo Nacional”, en las que participa monseñor Báez, convocadas por la Iglesia en un intento de mediar entre el Gobierno y los protestantes después de un mes de manifestaciones que han dejado al menos 76 personas muertas y 868 heridas. “Recordemos a los agresores que somos un cuerpo único”, advierte la CEN, “si se ataca a un obispo o un sacerdote está atacando a la Iglesia. No renunciaremos en estas horas decisivas a acompañar al pueblo de Nicaragua que, bajo el blanco y el azul de nuestra bandera, ha salido a las calles para exigir sus derechos legítimos”.

En esta situación, una de los más críticas de la historia del país, los obispos lamentan “la cruda represión del Gobierno, que busca evadir su responsabilidad como principal actor de las agresiones”. En el ejercicio del “ministerio profético que denuncia y anuncia” y “como mediadores y testigos del diálogo nacional”, los obispos escriben: “estamos llamados a proponer y promover todas las formas posibles” la democratización de la nación, y por lo tanto, “es nuestro sagrado deber pronunciar la verdadera Palabra que nos hará libres”. Por su parte, el obispo Báez Ortega escribió en Twitter: “Quienes me insultan y me calumnian, e incluso quieren mi muerte, saben que no tengo miedo y que no me doblegarán ni me forzarán a guardar silencio. Mi fidelidad a Jesucristo y mi amor por el pueblo de Nicaragua son más sólidos que nunca”.


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