A la ceremonia además asistieron también obispos, periodistas, representantes de diversas comunidades cristianas e islámicas, representantes políticos y el juez Adly Mansour, que había sido presidente interino de la nación egipcia desde julio de 2013 hasta junio de 2014, tras el golpe militar que depuso al presidente islamista Mohamed Morsi.
En su discurso, la representante política Martha Mahrous, subsecretaria de la Comisión de Comunicaciones e Informática de la Cámara de Diputados, ensalzó el papel desempeñado por la Casa de la Familia egipcia en los últimos años, presentándola incluso como el "mensaje clave" que la nación egipcia ha sabido dirigir al mundo.
Más allá del énfasis celebrativo, con el tiempo la Casa de la Familia egipcia ha representado objetivamente una herramienta útil para prevenir y mitigar los contrastes sectarios, en un momento en que el resurgimiento del sectarismo parecía amenazar la propia unidad nacional. El órgano de enlace, presidido alternativamente por el Gran Imán de Al Azhar y el Patriarca Copto Ortodoxo, ha desarrollado una red de comités locales en todo el país y ha promovido actividades concretas y eficaces. Entre ellos, también hay sesiones de encuentro y convivencia entre sacerdotes e imanes, que a menudo han animado juntos conferencias y debates en los colegios para promover entre los alumnos la cultura del encuentro y la convivencia pacífica entre diferentes.
Con motivo del décimo aniversario de la fundación de la Casa de la Familia egipcia, Anba Teodosio, obispo copto ortodoxo de Guiza, elogió la clarividencia demostrada en los últimos años por el Patriarca Tawadros y el Gran Imán Ahmed al Tayyeb, describiéndolos como "líderes sabios que velan por los intereses del pueblo y de todos los ciudadanos egipcios, ya sean musulmanes o cristianos".
Agencia Fides 10/11/2021)
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