Hakha - La Junta Militar de Myanmar ha ordenado una donación en efectivo a los pastores cristianos y a los líderes budistas de todas las ciudades del Estado de Chin, a través de los comandantes del ejército local. Los militares han convocado a los pastores y párrocos de las iglesias y a los monjes budistas de los monasterios para darles una contribución de 18.000 kyats birmanos para utilizar en sus iglesias, pero casi todos los líderes religiosos han rechazado el dinero. “No queremos que nos compren ni que nos consideren cercanos al ejército”, dice a la Agencia Fides un pastor bautista de los aproximadamente 3.000 pastores bautistas protestantes del estado de Chin, que ha pedido el anonimato por razones de seguridad. “Sin embargo, para evitar represalias contra nuestra familia o nuestra comunidad, participamos en la reunión con los mandos militares, devolviendo educadamente el dinero ofrecido”, informa.
“En los últimos días -informan fuentes de la Agencia Fides en la diócesis de Hakha- el ejército ha buscado y recopilado una lista de líderes religiosos de iglesias y monasterios como receptores de la donación, pero la mayoría de los líderes cristianos y budistas no han querido facilitar sus nombres. Muchos líderes religiosos han dicho que en lugar de donar dinero, el ejército debería proteger los edificios religiosos que han sido golpeados, dañados, confiscados o devastados” .
Mientras tanto, la Junta Militar de Birmania ha puesto en libertad al controvertido monje budista Ashin Wirathu, conocido por su retórica nacionalista antimusulmana, y ha declarado retirados todos los cargos contra él. El monje había sido acusado de sedición por el anterior gobierno civil de Myanmar. Conocido por su apoyo al ejército, Wirathu había pronunciado repetidamente discursos de odio contra los musulmanes rohingya, animando al "Movimeno 969" nacionalista-budista. En los últimos años, había promovido discursos nacionalistas, criticando a la entonces líder Aung San Suu Kyi y a su gobierno de la Liga Nacional para la Democracia. En 2019, fue acusado de incitar al "odio y al desprecio" contra el gobierno civil. Tras un tiempo de fugitivo, se entregó a las autoridades en noviembre de 2020 y estaba a la espera de juicio.
Como resistencia popular, el Gobierno de Unidad Nacional de Myanmar, formado por políticos y líderes sociales pro-democracia, ha oficializado hoy el 7 de septiembre una "guerra defensiva" contra la Junta Militar. "Durante esta revolución popular, todos los ciudadanos de Myanmar deben levantarse en todo el país contra la junta militar, dirigida por el general Min Aung Hlaing", afirma el NUG. "Han pasado meses de crueles asesinatos, torturas y detenciones por parte de los militares. Todo el mundo conoce los continuos actos inhumanos perpetrados por los soldados cuando ocupan casas, edificios religiosos, hospitales y escuelas", ha declarado Duwa Lashi La, político de etnia kachin y actual presidente interino del NUG.
El gobierno rebelde, que sigue siendo leal al movimiento prodemocrático y a la líder Aung San Suu Kyi, ha creado su propia milicia, las Fuerzas de Defensa del Pueblo, para luchar contra el ejército de Myanmar. En un mensaje público, el NUG llama a los soldados y policías a desertar de las filas oficiales y unirse a la resistencia. También pide que se apoye a las guerrillas de los distintos ejércitos que llevan décadas luchando contra el Tatmadaw por una mayor autodeterminación de sus regiones. El gobierno en la sombra dice estar comprometido con la construcción de una democracia federal que proteja a todos los ciudadanos por igual.
Al menos 1.046 personas han perdido la vida hasta ahora como consecuencia de la violenta represión del ejército contra manifestantes pacíficos, mientras que más de 6.000 opositores están detenidos, según la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos.
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