Davao - Las Hermanas Misioneras Scalabrinianas acaban de abrir una nueva misión en Filipinas, en Davao. Es la tercera ciudad más poblada de Filipinas después de Quezon City y Manila: cuenta con más de un millón y medio de habitantes en la isla, Mindanao, que tiene más de 24 millones en total. Es el primer destino de muchos inmigrantes, tanto internos como extranjeros. El centro ofrece oportunidades económicas, especialmente en el desarrollo agrícola y el turismo. Es una zona de profunda integración interreligiosa: el catolicismo y el islam son las religiones más practicadas.
Según la nota enviada a la Agencia Fides, el trabajo de las Misioneras Scalabrinianas estará dirigido a apoyar a los migrantes, según el carisma de su instituto, ayudándolos en su formación, en sus necesidades educativas y en el acceso a los servicios sanitarios. “El Estado de Filipinas cuenta con más de 100 millones de habitantes de diferentes etnias - explica la superiora delegada para Asia, la Hna. Elizabeth Pedernal - Davao y su área metropolitana, que se encuentran en el sur, atraen a chinos, coreanos, pero también a muchos emigrantes internos en busca de nuevas oportunidades. Nuestra labor será acogerlos, protegerlos, integrarlos y promover sus proyectos de vida, según las enseñanzas cristianas y las de nuestro Pontífice, el Papa Francisco”.
Entre los problemas más comunes en la región de Davao están los relacionados con los emigrantes filipinos que regresan a su país después de diversas historias de vida, y encuentran dificultades para encontrar un trabajo y reintegrarse en la sociedad tras una vida en el extranjero. Muchos de ellos, incluidos los marinos, sufren depresión y otros trastornos mentales que también se han visto exacerbados por la pandemia de Covid-19. “Por ello, es fundamental ayudarles apuntando a la integración familiar, acompañándoles de manera que ninguno de sus miembros pueda quedarse atrás”, subraya la delegada en Asia de las Hermanas Scalabrinianas.
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