São Paulo - Actualmente en Brasil hay 162 obispos eméritos vivos, según datos recogidos por el profesor Fernando Altemeyer Junior, del Departamento de Ciencias Religiosas de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo , que ha realizado un estudio durante más de 20 años para actualizar las estadísticas y datos del Episcopado brasileño. El Código de Derecho Canónico define como “emérito” al obispo que pierde “su cargo por límite de edad o renuncia aceptada”. La Iglesia fija la edad de 75 años para presentar la solicitud de renuncia al Papa, que puede aceptarla de inmediato o posponerla según las necesidades pastorales.
Los obispos eméritos, aunque ya no tienen que ejercer sus funciones de gobierno de las diócesis, siguen participando en las actividades pastorales y colaborando con la misión evangelizadora de la Iglesia. Un ejemplo de esta colaboración es el que ofrece monseñor Francisco Biasin, obispo emérito de Barra do Piraí, Volta Redonda, quien asumió la presidencia de la Comisión Episcopal de Obispos Eméritos de la Conferencia Episcopal Brasileña, CNBB, en 2019. Asegura que el emérito es “un regalo para la Iglesia, porque ser emérito es una oportunidad para reinventar la vida, es una nueva forma de ser obispo”.
La Comisión Episcopal de Obispos Eméritos tiene un carácter particular, diferente a las demás Comisiones Episcopales, de acuerdo a lo que establece el Código de Derecho Canónico, según el cual la Conferencia Episcopal “debe tratar de brindar un apoyo adecuado y digno al obispo que renuncia, teniendo en cuenta la obligación primordial a la que está sujeta la diócesis a la que ha servido”. Creada en 2012 por la CNBB, la Comisión acompaña a los obispos eméritos, cuidando de ellos, apoyándolos y asistiéndolos. Además de monseñor Biasin, la Comisión está compuesta por monseñor Nelson Westrupp, obispo emérito de Santo André, y monseñor Paulo Antônio de Conto, obispo emérito de Monte. El consejero es el padre João Cândido Neto.
Desde su creación, la Comisión ha fortalecido el contacto entre los obispos eméritos, organizando encuentros, como el Encuentro Nacional de los Eméritos, o fomentando la comunicación entre los Pastores que han dejado el gobierno diocesano.
El último Encuentro Nacional de Obispos Eméritos, en su quinta edición, se realizó en septiembre de 2019, en el Centro Cultural Misionero de Brasilia. En ese momento, el padre João Cândido Neto dijo que el objetivo de la cita era principalmente demostrar que los Obispos eméritos no están solos: “La CNBB está con ellos y en este momento cada Obispo puede compartir parte de su experiencia de vida y su experiencia pastoral, porque cada uno de ellos, especialmente los que están aquí, sigue realizando alguna labor pastoral”.
Debido a la pandemia, se pospuso el VI Encuentro Nacional, que iba a realizarse en 2020. Para este año 2021, la Comisión tiene previsto un encuentro con los obispos eméritos de las regiones en las que se divide la CNBB. La idea es reunirlos virtualmente para un momento de reflexión sobre el tema, “El papel del obispo emérito en una Iglesia sinodal a la luz de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y el próximo Sínodo de los Obispos”.
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