Nairobi – “El Covid-19 ha afectado a la salud física y mental de los religiosos, por lo que es necesario renovar su bienestar psicológico, ya que algunos pueden haber desarrollado un estrés particular que puede dar lugar a experiencias traumáticas”, explica el P. Marcelino Ouédraogo, sacerdote diocesano de Burkina Faso, durante un seminario web patrocinado por la Asociación de Conferencias Episcopales de África Oriental .
“El Covid-19 no sólo afecta a nuestra salud física, bienestar psicológico, vida social y compromisos eclesiásticos, sino también a nuestra vida espiritual”,continúa el P. Ouédraogo, añadiendo que “poner en pausa las actividades religiosas en la congregación, comunión o asamblea, que es la esencia misma de la expresión de la propia espiritualidad en sentido religioso, es una experiencia que cambia la vida en la espiritualidad de muchas personas”.
Según el P. Ouédraogo, “los pastores de almas, los imanes, los gurús, los rabinos y otros líderes religiosos no encuentran agradable la experiencia y la normativa de la pandemia, ya que afecta directamente a sus deberes de cuidado, responsabilidad y sustento, al igual que muchos otros trabajadores que dependen de su trabajo diario”.
La pandemia, que ha provocado el aislamiento, el cierre, la cuarentena y la imposición del toque de queda en algunas situaciones, “puede afectar y ha afectado a nuestras relaciones como miembros de la comunidad y ha provocado traumas y desorientación”, explica el padre Ouedraogo.
El sacerdote pide a los consagrados que cuiden su salud mental, social y espiritual, “evitando la soledad y el aburrimiento, manteniéndose ocupados y teniendo tiempo para la comunión y el compañerismo con otros para apoyarse espiritualmente”.
Durante su discurso ante decenas de personas consagradas de varios países, el P. Ouédraogo, que actualmente estudia orientación psicoespiritual en el Marist International University College de Kenia, ha animado además a los fieles laicos a apoyar y cuidar a los religiosos y al clero.
“Debido al estado de sus vidas, los religiosos y religiosas están más estresados en situaciones normales y es peor en situaciones como la pandemia de Covid-19. Son más vulnerables a la depresión y al estrés, de ahí la necesidad de que los laicos se ocupen de ellos”, añade.
Según el coordinador de AMECEA, el padre Paul Mung'athia Igweta, que ha convocado la conferencia virtual sobre "Bienestar psicosocial y asesoramiento psicoespiritual para el clero y los religiosos en medio de la crisis de Covid", la serie de conferencias que se están organizando con el apoyo de la Agencia Católica para el Desarrollo en el Extranjero tienen como objetivo mitigar los efectos de Covid-19 entre el clero y los religiosos, pero también dotarles de conocimientos para que puedan apoyar a otros que se enfrentan a los mismos retos. “Después de que los religiosos y el clero sigan estas charlas sobre atención psicosocial y espiritual, esperamos que sean capaces de ilustrar a otras personas sobre su bienestar también”, concluye el padre Igweta.
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