Kinshasa - “Habéis rezado por el cardenal por lo que pasó la semana pasada. Hoy quería dar a todos las gracias. Habéis demostrado que amáis al cardenal. Habéis demostrado que somos una sola familia”. Así se expresó el cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa, el domingo 8 de agosto refiriéndose al asalto a su residencia. El purpurado dio las gracias a los fieles por haberlo sostenido con su oración.
Avete dimostrato che siamo un'unica famiglia” ha detto Sua Eminenza il Cardinale Fridolin Ambongo, Arcivescovo di Kinshasa domenica 8 agosto, facendo riferimento all’assalto alla sua residenza, ringraziando i fedeli per essere stati al suo fianco nella preghiera.
El domingo 1 de agosto varios manifestantes atacaron el arzobispado de Kinshasa arrojando piedras a la fachada del edificio . “Un grupo de desconocidos se presentó en el arzobispado de Kinshasa y en la residencia del cardenal Fridolin Ambongo, entonando cantos y frases insultantes y cometiendo actos violentos”, denunció el padre Georges Njila, canciller de la archidiócesis de Kinshasa
El cardenal Ambongo declaró que había perdonado tanto a los autores como a los instigadores de este acto irresponsable: “Ha pasado lo que ha pasado, pero hay que rezar por estas personas. Como dijo Jesús: ‘no saben lo que hacen’”.
Parece cada vez más claro que la agresión de la que fue víctima el cardenal tiene su origen en las tensiones entre la Iglesia católica y el gobierno por no haber elegido aún a un Presidente para la Comisión Nacional Electoral Independiente , quien debería haber sido designado por las principales Confesiones religiosas congoleñas. Ya el 23 de julio, el padre Donatien Nshole, portavoz de las distintas confesiones religiosas denunció “las presiones, intimidaciones y amenazas de todo tipo de las que son víctimas algunos miembros de la plataforma de confesiones religiosas para impedirnos realizar libremente nuestro trabajo”.
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