Maputo – Están llegando más tropas a la provincia mozambiqueña de Cabo Delgado para combatir a los yihadistas afiliados al Estado Islámico. Después de las fuerzas ruandesas que ya entraron en acción en julio, ahora llegan unidades de los países pertenecientes a la SADC . Soldados de Sudáfrica, Botsuana, Tanzania, Angola y Zimbabue que han llegado para apoyar a las tropas mozambiqueñas.
Sin embargo, la solución militar al conflicto, ha obligado a huir a más de 730.000 habitantes de la provincia, y sigue despertando reservas y temores por parte de los representantes del mundo católico .
Entre las voces que se oponen a esta medida está la del P. Alberto Maquia, de la provincia jesuita de Sudáfrica. En una nota, el jesuita, citando como ejemplos a Somalia, Mali y Chad, dice que las intervenciones militares “han debilitado temporalmente a los adversarios” pero “sin lograr una estabilidad duradera”. El P. Maquia añade que, cuando un país obtiene apoyo externo, puede ser difícil convencer a las tropas extranjeras de que se vayan una vez finalizado el conflicto.
El jesuita señala que “las condiciones en Mozambique se ven agravadas por las desigualdades económicas” y le preocupa que el gobierno no disponga de medios para ayudar a los cientos de miles de desplazados en Cabo Delgado. Por lo tanto, la intervención humanitaria urgente debe tener prioridad sobre la intervención militar. Tanto más -añade el padre Maquia- cuanto que las precarias condiciones económicas de la provincia son un incentivo para que los jóvenes se unan a las filas de los yihadistas.
Según el P. Maquia, en lugar de la solución militar, había que apoyar “la iniciativa lanzada por Tanzania, a través de la ministra de Asuntos Exteriores, Liberata Mulamula, para mediar en el conflicto entre el gobierno de Mozambique y los terroristas”, calificándola de “paso importante para llegar a un acuerdo y encontrar las razones de la insurección”.
Sin embargo, otro padre jesuita tiene una opinión diferente. P. Tendai Matare, administrador de la Escola Secundária Inácio de Loyola, en la región noroccidental de Tete , es partidario del despliegue de soldados de los países de la SADC, argumentando que “el ejército de Mozambique no está bien preparado para luchar contra el terrorismo”.
Las ONG, incluidas las católicas, esperan que se abran rápidamente los corredores humanitarios para enviar ayuda a la población de la provincia.
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