Como indica el propio título, el objetivo principal es la "transparencia de la inversión hacia la propia región", una garantía para salvaguardar el medio ambiente y el dinero público. Esta iniciativa es impulsada por la Secretaría de la Presidencia del Consejo de Ministros, el Banco Interamericano de Desarrollo y Caritas Madre de Dios.
No todas las iniciativas orientadas a la inversión en la zona han considerado hasta el momento el cuidado de la creación y la realidad de la deforestación de los bosques peruanos y sudamericanos. Hace exactamente un año, la BBC había publicado un dossier sobre la destrucción de la Amazonía sudamericana revelando cifras aterradoras, pero no solo, según un informe del Instituto Ambiental de la Amazonía , reza el dossier de la BBC, los incendios que ocurrieron en agosto de 2019 estuvieron directamente relacionados con la deforestación.
A pesar de las quejas y promesas de los gobiernos de Brasil y Bolivia, los incendios se repitieron en agosto de 2020, siempre con el objetivo de ampliar las fronteras agrícolas en estos países. Esta práctica, junto con la minería incontrolada, informa la BBC, se utiliza en 9 países de la Amazonía sudamericana. De ahí la importancia, como subraya Caritas Madre de Dios, de revisar todo este enfoque, según las indicaciones dejadas por el Papa Francisco durante su visita en 2018: "Debemos amar esta tierra, sentirla nuestra, cuidarla, escucharla. y maravillarse de ello ".
Las palabras del Papa el 19 de enero de 2018: “Probablemente los pueblos originarios amazónicos nunca hayan estado tan amenazados en sus territorios como lo están ahora. La Amazonia es tierra disputada desde varios frentes: por una parte, el neo-extractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que apuntan su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales. Por otra parte, la amenaza contra sus territorios también viene por la perversión de ciertas políticas que promueven la «conservación» de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano y, en concreto, a ustedes hermanos amazónicos que habitan en ellas. Sabemos de movimientos que, en nombre de la conservación de la selva, acaparan grandes extensiones de bosques y negocian con ellas generando situaciones de opresión a los pueblos originarios para quienes, de este modo, el territorio y los recursos naturales que hay en ellos se vuelven inaccesibles. Esta problemática provoca asfixia a sus pueblos y migración de las nuevas generaciones ante la falta de alternativas locales. Hemos de romper con el paradigma histórico que considera la Amazonia como una despensa inagotable de los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes”.
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