Bishkek - “La emergencia de salud relacionada con la propagación del coronavirus parece estar empeorando en muchas partes del mundo. Aquí en Kirguistán, rezamos por todos los que están en los lugares afectados por la epidemia: Dios dé fuerza y paz a todas las personas afectadas. En la homilía del domingo traté de recordarles a todos la profundidad de la sabiduría católica en tiempos difíciles. No es necesario cancelar o negar estas adversidades, sino que es necesario mirar hacia ciencia y la espiritualidad en busca de prudencia y sabiduría". Es el mensaje de solidaridad para todos los afectados por el Coronavirus, enviado a través de la Agencia Fides por el Padre Jesuita Anthony Corcoran, administrador apostólico de Kirguistán.
“Uno de los pasajes de las Sagradas Escrituras al que estoy más apegado - agrega el p. Corcoran -, es el cuarto capítulo de la Carta a los Filipenses, en el que San Pablo nos invita a no estar ansiosos por las cosas del mundo y a llevar todas nuestras necesidades a Dios con oraciones, súplicas y agradecimientos. O, como leemos en un texto exegético, 'con un corazón agradecido', es decir, con un alma que agradece de antemano a Dios por cómo resolverá nuestros problemas. De esta manera, continúa San Pablo, ‘Dios dará una paz que sobrepasa toda inteligencia’. Esta práctica me parece muy alentadora: dar las gracias a Dios por adelantado y recordar que la difícil situación en la que nos encontramos no tendrá la última palabra. Es Dios quien tiene la última palabra y esto llena de significado todo lo que sucede, para bien o para mal".
Según la última actualización proporcionada por la Organización Mundial de la Salud, actualmente no hay casos de contagio por coronavirus en Kirguistán y otros países de Asia Central. Sin embargo, la alerta sigue siendo alta, dada la proximidad del área con China, el principal brote global de Covid-19.
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