Dacca - "Debemos orar y comprometernos para que las próximas elecciones generales sean justas, pacíficas y creíbles. El país se enfrentará a la votación en diciembre y todos estamos llamados a rezar y a contribuir a un proceso electoral pacífico. En el pasado, las elecciones han estado marcadas a menudo por la violencia". Así se expresa para la Agencia Fides, Anita Haldar, laica católica y trabajadora social en la comunidad católica bengalí.
La Comisión Electoral anunciará el programa de las próximas elecciones parlamentarias el 8 de noviembre. Las elecciones se celebrarán dentro de los 45 días siguientes al anuncio de la Comisión. Por lo tanto, la 11ª vuelta de las elecciones generales se celebrará probablemente entre el 20 y el 23 de diciembre.
"Cualquiera que sea el partido que llegue al poder, lo importante es que realmente trabaje por el desarrollo de la gente, por una economía sostenible, para proporcionar oportunidades de empleo, para mejorar la educación, la salud, los medios de subsistencia y los programas de vivienda para los pobres. Todos los partidos políticos están llamados a trabajar juntos, independientemente de las diferencias religiosas, por el bien común del país", enfatizó.
Los musulmanes representan alrededor del 90% de la población de Bangladesh, en un estado donde viven más de 160 millones de habitantes, con una de las densidades más altas del mundo. Los hindúes representan alrededor del 8% y el resto de la población profesa diversas religiones, como el budismo y el cristianismo . Hay también alrededor de tres millones de indígenas, minorías étnicas además de la mayoría bengalí. Bangladesh celebra elecciones parlamentarias cada cinco años. En la Asamblea Nacional hay 350 escaños, 50 reservados para las mujeres, pero no hay escaños reservados para las minorías étnicas. Las minorías étnicas y religiosas tienden a apoyar a la "Liga Awami", de inspiración laica, para contrarrestar a los partidos islamistas.
Según el Banco Mundial, el 25% de la población bengalí vive por debajo del umbral de la pobreza y la mitad de esa parte vive en la pobreza extrema. Dada la falta de oportunidades de empleo, en particular en las zonas rurales, millones de bengalíes con escasa educación y sin formación profesional recurren a la emigración y recurren al mercado de trabajo en el extranjero para ganarse la vida.
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