Bangui - "La violencia y el horror siguen extendiéndose en República Centroafricana. Los crímenes aumentan y el país se hunde en una miseria que va más allá de toda comprensión humana". Lo explica a la Agencia Fides el padre Donald Zagore, teólogo de la Sociedad para las Misiones Africanas, al ser cuestionado por las masacres de Alindao y los crímenes que no perdonan tampoco a la Iglesia local . "Sin embargo, ante tal escenario, Comunidad Internacional no parece comprometerse con el desarme de estos rebeldes y el arresto de los responsables de esta guerra. Por el contrario, estamos asistiendo a acciones selectivas que, lejos de consolidar la paz, la ponen cada vez más en peligro", añadió el teólogo marfileño.
Recientemente, Alfred Yekatom, conocido comúnmente como "Coronel Rambo", -ex miembro del ejército de la República Centroafricana, ex diputado y ex jefe de la milicia anti-Balaka -, fue detenido y trasladado a la Corte Penal Internacional acusado de crímenes contra la humanidad, tortura, mutilación y reclutamiento de niños soldados. "Se trata, sin duda, de una acción que da confianza a la población, pero que sigue siendo, un signo de la injusticia que, lejos de aliviar las tensiones, agravará aún más la ya caótica situación sociopolítica de la República Centroafricana", señala Zagore.
"Su arresto es una expresión de justicia selectiva. El líder del ala armada anti-Balaka no es el único que está castigando al país, sino también los Seleka, la principal fuerza rebelde. Las fuerzas anti-Balaka fueron creadas en respuesta a la violencia, empezando por los crímenes contra la humanidad cometidos por los Seleka; y mientras que las milicias Seleka continúen causando estragos impunemente en el territorio centroafricano, la paz seguirá siendo lejana. Por el bien de nuestros hermanos y hermanas de la República Centroafricana, cansados del sufrimiento, no convirtamos la justicia en un instrumento de injusticia", concluye el religioso.
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