Kinshasa - “El cardenal Monsengwo ha sido hasta hoy la voz de una Iglesia africana que se niega a perder la esperanza de que los pueblos africanos no serán sacrificados por la política; una Iglesia africana que no permanece en silencio y no es cómplice de todos los apóstoles del mal que continuamente afligen a nuestro continente; una Iglesia africana que se niega a que la muerte tenga la última palabra en el continente africano”. Es la reflexión del padre Donald Zagore, el teólogo marfileño de la Sociedad para las Misiones Africanas , enviada a la Agencia Fides unos días después de la jubilación, por razones de edad, del Arzobispo de Kinshasa, monseñor Laurent Monsengwo, símbolo de una Iglesia africana comprometida. Las palabras del padre Zagore coinciden con la escalada de violencia que está desangrando en el país, incluida la violación de los derechos humanos, la violación como arma de guerra y la emergencia humanitaria que afecta a más de 80 000 niños que volvieron de Angola.
“El cardenal Laurent Monsengwo, en su lucha por la justicia y la igualdad de los pueblos, recordó a todos la esencia de la lucha fundamental y la vocación principal de la Iglesia, que debe ser la voz de quienes no tienen voz. La Iglesia debe ser un instrumento para la justicia y la verdad en el continente, los principios fundamentales y la garantía de una convivencia en una sociedad africana única y reconciliada, donde prime “la fuerza de la ley y no la ley de la fuerza”.
El arzobispo recordó a todos que la fe cristiana, en principio, tiene una “dimensión política” que obliga a cada hombre y mujer de fe a un compromiso político en solidaridad con los pobres, los marginados y los que no tienen voz. Es un compromiso político totalmente antitético a la política actual que consiste esencialmente en ganar poder, ejercitarlo y luchar para preservarlo, señala Zagore. “Esto no es más que una perspectiva que alimenta continuamente el conflicto porque siempre hay más de una persona que quiere ser un líder”, continúa el padre Donald.
La misión de la Iglesia a través de su compromiso político, señala el misionero, “no es conquistar ningún poder. El compromiso político que requiere nuestra fe cristiana es simplemente un compromiso con un nuevo orden en una sociedad en la que reinan la paz y la justicia, lograda por hombres y mujeres de integridad y gran moral. La frase de monseñor Monsengwo es profética y siempre quedará en los recuerdos: 'Que les médiocres dégagent!'”.
Y concluye: “La retirada del cardenal Laurent Monsengwo es ciertamente el fin de una era, pero también el comienzo de una nueva era en la que la Iglesia africana se nutre del legado del cardenal y permanece libre de sus temores y lista para ofrecerse a sí misma. en sacrificio para hacer realidad tangible la justicia y la igualdad para los pobres y los marginados en África”.
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