Nueva Delhi - Es un tema “que hace estremecer” porque atañe a cinco estados del noreste de la India . Aquí las minorías étnicas y religiosas han sido cuestionadas por un contencioso legal en el que se les acusa de tener más derechos y privilegios que la mayoría hindú. Esto es lo que ha explicado a la Agencia Fides Mons. Thomas Menamparampil, arzobispo emérito de Guwahati, justo la zona afectada.
Estos estados - recuerda el Arzobispo - fueron creados precisamente para permitir a las respectivas comunidades salvaguardar su identidad y contribuir así a la nación, explotando los recursos distintivos de su patrimonio cultural. “Además, estas son comunidades muy pequeñas y recién ahora están ingresando en el mundo altamente competitivo de la India moderna”, reitera. Y precisamente, estos grupos étnicos, extremadamente vulnerables, se ven sometidos a un conflicto de interés público, apelación que fue presentada por Ashwini Kumar Upadhyay, líder del Partido Bharatiya Janata, el Partido Nacionalista de Gobierno de la Unión.
“Su posición – revela el Arzobispo a Fides - es evidentemente una iniciativa políticamente motivada. Upadhyay no vive en ninguno de los estados del noreste. Vive en Delhi, donde se formula la estrategia de los grupos que promueven la ideología de Hindutva: India para los hindúes. Escucha la red de Sangh Parivar, con su programa de homogeneización del país”. Los datos reportados por el líder hindú son los siguientes: en Punjab, la población hindú es del 38,4%, en Jammu y Cachemira abarca el 28,44%, en Manipur el 31,39%, en Arunachal Pradesh el 29%, en Meghalaya el 11, 53%, en Nagaland el 8.75%, en Mizoram 2.75% y en Laccadive el 2.5%.
Mons. Menamparampil reitera: “Pero el político no dice que los cristianos, son sin embargo una minoría pequeña en los estados indios, que constituyen en general solo el 2,3% de la nación, y los sijs tienen una proporción similar. ¿Este tema puede indicar quizá la existencia de un complejo de inferioridad en la población hindú, que constituye el 85% de la nación?".
El Arzobispo recuerda que, de una manera clarividente, los padres constitucionales quisieron incluir en la Carta algunas salvaguardias necesarias para proteger a las comunidades más frágiles. “La estrategia de Hindutva parece ser aquella de introducir deliberadamente sus militantes en las áreas de las comunidades más débiles para socavar su identidad y cultura, aprovechando las ventajas que tienen, ya sea dinero, poder y fuerza numérica a nivel nacional”, denuncia el Arzobispo.
Actualmente
Actualmente, en la India del nordeste, están en peligro los grupos tribales como Rajbansi, Koche, Hajong, Bodo, Deb Barma, Jamatia, Riang, Pnar, Mishing, Dimasa, Rabha y Tiwa – recalca Mons. Menamparampil – porque la cultura y la religión dominante, aquella hindú, podría absorberlos y hacer desaparecer sus tradiciones, costumbres y creencias”. Y el riesgo es real porque en el noreste de la India, los funcionarios locales, señala el Arzobispo, complacientes en relación a los políticos de Delhi, están concesionando terrenos a los militantes hindúes, quienes podrán después reclamar sus derechos, mortificando a las comunidades locales.
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