Buenos Aires - “La trata, tráfico y explotación de personas es un duro flagelo que avanza, crece, muta, es por este motivo que intentamos hacer todos los esfuerzos posibles para poder llegar a toda la sociedad, en fechas como esta” dice a la Agencia Fides la Lic. Marcela Villares, miembro de la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes de Argentina, con motivo de la Jornada Mundial de Oración y Reflexión sobre la Trata de Personas que se celebra hoy, 8 de febrero. Marcela Villares desde hace muchos años está comprometida en la lucha contra esta llaga y además forma parte de la mesa 'No a la Trata' de la Comisión Nacional Justicia y Paz.“Con dolor hemos constatado que es un drama que atraviesa todas las realidades en las cuales trabajamos”, continúa la señora Villares explicando que es una problemática que también se extiende en el ámbito del turismo, así como entre las personas que trabajan en barcos, que están en movimiento o que no tienen un lugar fijo.
“Llevamos años tratamos de sensibilizar, concienciar, erradicar, acompañar a las víctimas y sus familias", continua comentando a Fides la lic. Villares que trabaja junto a entes públicos y privados para generar una red, así como también para propiciar leyes justas para la prevención, la erradicación, y la justicia para las víctimas, añadiendo que este año el equipo 'No a la Trata de Personas' ha preparado un material que ha sido entregado a todos los obispados del país, para que puedan utilizarlo en esta jornada.
“Una de las herramientas que consideramos fundamental y utilizamos en estas ocasiones son las redes sociales, - continúa - muchos somos conscientes del drama de la trata de personas, pero constatamos que no hay una verdadera conciencia de este flagelo en la sociedad en general. Hace falta tomar conciencia de que todos podemos hacer algo previniendo, denunciando y acompañando”.
En Argentina la formación de jóvenes para estos fines, según los informes de las Fiscalías especializadas, se realiza a través de las redes sociales.
Recordando la invitación del Papa Francisco a rezar con Santa Josefina Bakhita al Dios de la Misericordia «para que sean quitadas las cadenas de todo cautiverio, para que libere a todos aquellos que han sido amenazados, heridos o maltratados por la trata y tráfico de personas», la señora Marcela Villares concluye: “creemos en la potencia de la oración, por eso además de todo el trabajo que cada uno puede hacer desde su lugar, juntos tenemos que elevar nuestra oración para que el mal sea derrotado, y el bien se multiplique con acciones en favor de todos nuestros hermanos”.
La Jornada Mundial de Oración y Reflexión sobre la Trata de Personas fue instituida hace cuatro años por el Papa Francisco con el lema “Una luz contra la Trata” eligiendo el día de la memoria litúrgica de Santa Josefina Bakhita, la religiosa sudanesa que fue secuestrada y vendida cuando tenía nueve años unos traficantes de esclavos. Este año 2018, la Jornada tiene como tema los flujos migratorios: “Emigrar sin trata. Sí a la libertad, no a la esclavitud”. Un lema que llama la atención sobre las estremecedoras cifras de las personas que tras emigrar de sus países de origen en busca de una vida mejor terminan siendo víctimas de la trata. Dicho número de víctimas por desgracia aumenta de año en año y en la actualidad son millones los hombres, mujeres, niños y adolescentes, víctimas de la trata en todo el mundo.
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