Lahore - Fuerte condena de los ataques contra el pueblo de los rohingya en Mynamar y plena solidaridad y cercanía hacia esta población musulmana: se trata de la declaración firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, el arzobispo Joseph Coutts, y por el presidente de la Comisión Nacional “Justicia y Paz” , el Obispos Joseph Arshad.
En el texto enviado a la Agencia Fides, los obispos paquistaníes instan al líder Aung San Suu Kyi a ser un “faro de la paz y ha garantizar los derechos del pueblo rohingya” y apelan al gobierno democrático de Myanmar para que “cesen inmediatamente todas las operaciones militares en el estado de Rakhine”
El comunicado también insta a la comunidad internacional y al gobierno de Pakistán a “iniciar un diálogo con el ejecutivo de Myanmar para defender los derechos humanos de los rohingya y permitir que las organizaciones humanitarias tengan acceso y puedan llevar ayudas a las comunidades afectadas”.
Los obispos paquistaníes remarcan la necesidad de apoyar los valores de la convivencia y la tolerancia y aseguran su “intensa oración por la seguridad y bienestar de los musulmanes rohingya, esperando que se pueda encontrar una solución pacífica lo antes posible”.
El texto recuerda que en Asia, en muchos casos las minorías étnicas y religiosas son víctimas de opresión y persecución y expresa preocupación por los más de 300 mil rohingyas que han huido de la zona de conflicto y se han refugiado en Bangladesh: “Al menos 20.000 personas, entre las cuales mujeres y niños, están asentados en un territorio montañoso sin comida ni agua” se informa invitando a realizar de forma inmediata asistencia humanitaria.
El obispo pakistaní Humphrey Peter Sarfaraz, cabeza de la “Church of Pakistan” , ha condenado “el brutal genocidio de la comunidad musulmana de los rohingya en Myanmar” y ha pedido que “los musulmanes oprimidos puedan obtener la nacionalidad”. El gobierno birmano “no defiende la causa de los derechos humanos y no tiene derecho a tratar a los musulmanes como animales y a humillarlos”, ha añadido. “Todos los creyentes deben alzar su voz por la humanidad, en defensa de este pueblo inocente”, ha dicho para concluir, lanzando un llamamiento a los cristianos y musulmanes en todo el mundo.
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