Beirut – No han surtido hasta ahora ningún efecto los llamamientos públicos que el arzobispo de Beirut, Boulos Matar, ha dirigido a las instituciones libanesas para exigir que el proyecto para la instalación de cables de alto voltaje en Mansouriyé, Líbano, sea revisado. En la tarde del lunes 11 de septiembre, el Arzobispo Matar, junto con un grupo de sacerdotes de las parroquias afectadas por el proyecto y de representantes políticos, expresó públicamente su preocupación por la decisión del Ministerio de Energía de comenzar la instalación de cables de alta tensión en un área con gran densidad de viviendas, a pesar de las protestas de los habitantes contra el proyecto. “Es inaceptable – había declarado el arzobispo Maronita - que los funcionarios hagan este proyecto tan dañino para los habitantes de manera casi clandestina”. El arzobispo Matar había pedido directamente al presidente de la República Libanesa, Michel Aoun, que empujara a los líderes a tomar en cuenta las protestas de la población, y sugirió l a opción de tratar de hacer pasar los cables de alta tensión de forma subterránea.
A pesar del llamamiento del Arzobispo, las obras de instalación - según los medios libaneses - han continuado de acuerdo con los tiempos y recorridos preestablecidos, sin tener en cuenta las posibles alternativas sugeridas por expertos bien conocidos en cuestiones de contaminación electromagnética. .
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