Port au Prince – Tan sólo siete meses después de asumir el cargo de Presidente de la República de Haití, Jovenel Moïse debe enfrentarse a una situación que lo pone a dura prueba. La población no acepta el presupuesto para el ejercicio 2017-2018, que entrará en vigor el 1 de octubre. La Ley sobre Finanzas ya ha sido publicada en el periódico oficial de Le Moniteur y por el momento no hay forma de retroceder. Para contrarrestar la creciente inquietud social que conducirá a una fuerte tensión, Jovenel Moïse quiere renovar el diálogo “permanente” con los “grandes sectores de la sociedad haitiana”.
Después de reunirse con los representantes del poder estatal el 26 de septiembre, que habían recibido solicitudes y peticiones de magistrados, jueces y funcionarios de la administración pública, el miércoles 27 de septiembre, el Jefe de Estado se reunió también con la Conferencia Episcopal de Haití.
Según un comunicado de la Secretaría de la Presidencia de la República, los temas principales del debate fueron los relacionados con la situación socio-política actual del país y sobre las vías de cooperación para facilitar un clima favorable para el desarrollo socio-económico en Haití.
El Presidente Moïse “está muy satisfecho del nivel de las discusiones”, se lee en el comunicado de prensa, y ha tomado nota de las recomendaciones de la Conferencia Episcopal, continua el texto sin entrar en detalles. El Jefe de Estado “tiene la intención de continuar las consultas con las principales instituciones sobre las que se basa nuestra nación, para alcanzar la cohesión necesaria para guiar al país hacia un buen puerto”, concluye el comunicado.
En Haití, el país más pobre y sufrido de toda América, la Iglesia Católica goza de buena estima entre la población y está constantemente presente en todas las situaciones de necesidad, no sólo ante las terribles catástrofes naturales. La situación política y social del país proviene de un período complejo y turbulento , donde la voz de la Iglesia ha evitado en muchas ocasiones choques violentos entre los ciudadanos, debido a la mala gestión de los procesos electorales .
El Card. Chibly Langlois, obispo de Les Cayes, el día de la toma de posesión del nuevo Presidente , dijo: “Los problemas del país son muchos y requieren la cooperación de todos para afrontarlos. El papel del Estado es involucrar al pueblo, garantizando al mismo tiempo el estado de derecho”
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