Mosul – Más de 1.400 familias cristianas ya están regresando a sus hogares y pueblos dispersos por la Llanura de Nínive, de los cuales se habían marchado a principios del verano de 2014 ante el avance de la milicia yihadista del auto-proclamado Estado Islámico . Esta cifra la ha proporcionado Nawfal al Akoub, actual gobernador de la provincia de Nineveh, quien en algunas declaraciones a la prensa local ha anunciado que en las próximas semanas se producirá un aumento significativo en este flujo de retorno. La mayoría de las familias involucradas en este contra-éxodo – ha explicado el gobernador - habían encontrado refugio en el Kurdistán iraquí, y su retorno procede en paralelo con la restauración de las casas y de las redes de servicios eléctricos y de fontanería en pueblos y aldeas de donde se habían visto obligados a huir.
La noticia de un regreso consistente de los cristianos en la Lanura de Nínive ha sido confirmada indirectamente por las disposiciones sobre la suspensión de los programas de acogida que había puesto en marcha en el Kurdistán iraquí desde 2014 la Archidiócesis caldea de Erbil para ayudar a los desplazados de las áreas caídas bajo el control del Estado islámico. La suspensión de dichos programas comenzó ya en julio, y ahora se están publicando datos que muestran el alcance de la operación de ayudas implementada por las estructuras e instituciones eclesiásticas.
Los responsables de los comités y de los programas de acogida – como informa ankawa.com - han sostenido económicamente los primeros auxilios y el alojamiento de 2.423 familias. Durante 27 meses se ha gastado en programas de vivienda, salud y alimentos, por lo menos 11 millones de dólares, y todos los pagos realizados en favor de núcleos familiares individuales están adecuadamente registrados. Los responsables del Comité de Acogida y Rescate indican a los Caballeros de Colón y a la Conferencia Episcopal Italiana entre los principales sustentadores de los programas puestos en marcha para ayudar a los refugiados cristianos de la Llanura de Nínive .
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