Rancagua - En los últimos años se calcula que ha llegado a Chile más de medio millón de migrantes, especialmente de países de América Latina y de Centro América. De ellso varios miles han llegado a la región de O’Higgins, en el centro del país, que tiene como capital Rancagua. En muchos casos se trata de migrantes obligados a huir por conflictos políticos, desastres naturales, persecuciones, violencia, pobreza extrema, condiciones de vida indignas… “Tenemos que acogerlos, integrarlos y dejarnos enriquecer por su cultura, como también ellos recibirán la nuestra” ha subrayado el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, celebrando la misa por el Día del Migrante, en la catedral, en la que han participado los representantes de varios grupos nacionales que están viviendo en la región por distintos motivos.
Desde hace unos cuatro años, en la diócesis Chilena de Rancagua, se formó un equipo diocesano de pastoral de migrantes, en la que trabajan un sacerdote, un religiosa y un grupo de laicos, entre los cuales también hay migrantes que están elaborando un proyecto pastoral para poder dar una mejor respuesta a esta nueva realidad. Actualmente les están ayudando en todos los tramites necesarios para inserirse en el pañis según las leyes vigentes, como ha explicado el obispo. “También estamos promoviendo acciones pastorales para aquellos que confiesan nuestra fe católica, tratando de integrarlos a las comunidades y que ellos, a su vez, aporten la riqueza de su propia experiencia espiritual” ha continuado explicando Mons. Goic, subrayando que este es un gran desafío, que la iglesia asume con seriedad y profundidad.
El documento “¿Dónde está tu hermano?” que acaba de ser publicado por la diócesis de Roncagua, propone una reflexión de la Pastoral de Migrantes. En la introducción titulada “Compartiendo el viaje”, el mismo tema de la campaña que será lanzada por Cáritas internacional el 27 de septiembre, el obispo de Rancagua invita a toda la comunidad y a todas las personas de buena voluntad de su diócesis a acoger e integrar a estos hermanos, siguiendo las palabras del Papa Francisco. “Compartamos el viaje de la vida con todos – escribe Mons. Goic -. La Iglesia está llamada a ejercer la hospitalidad de Dios hacia los migrantes. Es a Cristo a quien acogemos en el rostro de hermanos de otros países que llegan a nuestro país, y en particular a nuestra región”.
En el documento, articulado según el criterio “ver, juzgar, actuar”, se subraya entre otras cosas que la migración no es un fenómeno nuevo, ni en Chile ni en el mundo. El fenómeno de la migración hacia Chile ha continuado creciendo: desde 1982 a 2014 . El fuerte crecimiento no puede ser definida como “una suerte de invasión de extranjeros en el país”. Según datos de oficiales, la cifra actual de migrantes no supera el 2,7 por ciento del total de la población chilena. El 75 por ciento de los extranjeros residentes proviene de países del continente Americano.
“Tomarnos en serio la movilidad humana no es más que tomarnos en serio a nosotros mismos – está escrito en la conclusión del documento -. En tiempos de inteligencia artificial, de redes sociales y relaciones pasajeras, tender puentes en lugar de levantar muros es quizás lo único que nos permita seguir existiendo como Humanidad”.
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