Yangon – El Ministerio de Asuntos Religiosos y Cultura de Myanmar ha presentado al Parlamento un proyecto de ley contra los “discursos de odio”. La medida será discutida en el pleno y sometida a los legisladores para eventuales cambios. Según la información de la Agencia Fides, el texto define y reconoce las “palabras de odio” y establece algunos castigos para los individuos o grupos que las promueven. Hace un año se redacto y discutió un proyecto de ley en varios grupos interreligiosos de la sociedad civil birmana, para tratar de detener a quienes difunden o incitan el odio y a la violencia en discursos públicos y en la red o promueven la difamación y la calumnia.
Según los observadores, uno de los fenómenos que ha generado la necesidad de una medida de este tipo es la presencia de grupos budistas extremistas que han elevado el nivel de las tensiones interreligiosas en la sociedad birmano.
Joseph Kung Za Hmung, laico católico de Yangon, fundador de la Ong católica “Community Agency for Rural Development”, que trabaja junto con Cáritas Birmania, y preside el Instituto de Educación Católico “San José” en Yangon, dice a Fides: “La ley es necesaria debido a la presencia en el país de monjes budistas extremistas que abiertamente promueven el odio y la violencia en lugar de la compasión y la misericordia. En un país como el nuestro, con una gran mayoría budista, éstos pueden seguimiento y dañar la convivencia entre religiones. Es por eso que el ministerio está tratando de detenerlos por medios legales. La ley sería un paso adelante, pero es cierto que a veces se necesitarían medidas contra el terrorismo para detener la violencia indiscriminada contra los grupos minoritarios étnicos o religiosos”.
Por otro lado, los líderes de la sociedad civil reafirman la necesidad de preservar la libertad de expresión en el país: “La ley podría ampliar el poder de censura gubernamental, y en ese caso estaría profundamente equivocada y no ayudaría a prevenir conflictos. En Myanmar es necesario establecer un nuevo enfoque para fomentar el respeto, el pluralismo y la diversidad y es urgente abrir un espacio de diálogo en la sociedad: esto es lo que realmente tiene el potencial de prevenir la violencia y la discriminación”, señala una nota de la Ong “Artículo 19” que trabaja internacionalmente para proteger la libertad de expresión.
La ley presentada al Parlamento ha sido inmediatamente vinculada con la actual situación trágica de la minoría musulmana rohingya en el estado birmano de Rakhine. El pasado mes de agosto, la Comisión Independiente, nombrada por Aung San Suu Kyi, dirigida por el ex Secretario General de la ONU, Kofi Annan, publicó su informe final sobre la situación en el Estado de Rakhine, presentando algunas recomendaciones para mejorar las relaciones entre las comunidades musulmanas y budistas.
La Comisión invita al Gobierno de Myanmar a combatir activamente “el lenguaje del odio”, incluso mediante un “marco jurídico sólido”. Sin embargo, además de las acciones legislativas, es necesario “promover la tolerancia a través de la educación cívica, las actividades culturales y la sensibilización, para eliminar la desinformación sobre la religión”.
En la comunidad católica birmana, se ha proclamado el 2017 como “Año de la Paz” y los obispos han pedido a los fieles en todas las diócesis que recen y trabajen fomentando conciencia para la paz en la nación. En este marco se están promoviendo seminarios y conferencias sobre el tema de la reconciliación y la convivencia interreligiosa en el país, para contribuir a remarcar la necesidad de frenar la propagación del odio y la violencia en la sociedad birmana.
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