Lomé - “La situación sigue siendo tensa aquí en Lomé. Regresé a Togo el 23 de agosto y desde entonces se ha producido fuertes tensiones debido a las manifestaciones de la oposición” dice a la Agencia Fides el p. Donald Charif-Dine Fadaz, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Togo. El 6 y el 7 de septiembre unas 100.000 personas salieron a las calles de la capital, Lomé, para pedir la alternancia política. El País está dirigido desde el 2005 por Faure Gnassingbé Eyadéma, hijo del general Gnassingbé Eyadéma que reinó durante 38 años hasta su muerte, en febrero del 2005 . Faure tomó el poder a través de unas polémicas y controvertidas elecciones ese mismo año . La oposición y la sociedad civil piden desde hace tiempo reformas constitucionales para limitar el número de mandatos presidenciales.
Ante las protestas populares, el gobierno presentó la semana pasada un proyecto de ley constitucional que limita los mandatos presidenciales a dos.
“El gobierno había presentado a la Asamblea Nacional proyectos de reforma en línea con los requeridos por la sociedad civil. Existía la posibilidad de un entendimiento, siempre y cuando no hubiese intransigencia por ninguna de las partes”, explica el p. Donald.
Sin embargo, el 14 de septiembre, la oposición rompió las conversaciones porque la discusión de la propuesta de reforma del gobierno fue pospuesta en los trabajos de la Asamblea Parlamentaria. “Ahora no sabemos qué va a pasar. La tensión cada vez es más alta y la gente tiene miedo de lo que pueda pasar en vista de las manifestaciones anunciadas por la oposición los días 20 y 21 de septiembre” concluye el p. Charif-Dine Fadaz
En su mensaje pascual los obispos de Togo habían advertido que “la frustración de la sociedad civil es una bomba con explosión retardada, preparada para saltar por los aires en la primera ocasión”.
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