Mosul – Está prevista para finales de noviembre la ceremonia de reapertura de la iglesia principal del monasterio de Mar Korkis, en la ciudad iraquí de Mosul, gravemente dañada por los milicianos del Estado Islámico durante el tiempo de la ocupación yihadista. En los últimos días se ha anunciado la finalización de los trabajos de restauración realizados en el marco del programa de estabilización del patrimonio iraquí, en colaboración con la orden monástica antoniana de Santa Ormisda de los Caldeos y gracias al apoyo financiero garantizado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos a los proyectos de reconstrucción de iglesias y monumentos llevados a cabo en el norte de Irak por el Departamento de Patrimonio y Civilización de la Universidad de Pensilvania .
El monasterio de Mar Korkis está situado en la orilla derecha del río Tigris, justo al lado de la carretera de Mosul a Dohuk, a 10 km del centro de la ciudad. Las fuentes históricas datan la primera fundación del monasterio antes del siglo X d.C.
En marzo de 2015, los yihadistas del Estado Islámico devastaron gravemente la iglesia, pero sin llegar a destruirla . La información relanzada por varios medios de comunicación, que en esos días habían dado crédito a los rumores de una demolición total del lugar de culto cristiano con explosivos, fue desmentida. La furia destructiva de los yihadistas se había centrado en la cúpula y la fachada de la iglesia, que se caracterizaba por una configuración arquitectónica particular, con ladrillos y aberturas dispuestas de tal manera que dibujaban una gran cruz. Las cruces que destacaban en la cúpula y el techo del monasterio ya habían sido arrancadas por los yihadistas en diciembre de 2014. Las fotografías y los documentos publicados en aquel momento confirmaron que el cementerio adyacente a la iglesia, donde estaban enterrados los cuerpos de muchos soldados cristianos iraquíes caídos durante el conflicto entre Irak e Irán, había sufrido la mayor devastación.
Durante la época de la ocupación yihadista, el monasterio de San Jorge también se utilizó como lugar de detención. En diciembre de 2014, al menos 150 prisioneros con los ojos vendados y esposados habían sido trasladados allí, entre ellos algunos líderes tribales suníes opuestos al Estado Islámico y antiguos miembros del aparato de seguridad, anteriormente recluidos en la prisión de Badush .
En los trabajos de restauración han participado ingenieros, arquitectos y trabajadores locales. Las paredes interiores del lugar de culto han sido recubiertas de mármol de Mosul.
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