Manila - Es importante y necesario votar con conciencia: así lo recuerda Mons. Sócrates Villegas, Arzobispo de Lingayen-Dagupan, a los ciudadanos, refiriéndose a las próximas elecciones nacionales y locales del 9 de mayo de 2022, para las que se han inscrito más de 60 millones de votantes. “La gente no debe votar a los candidatos que ofrecen dinero en busca de votos. Uno no está obligado a cumplir una especie de 'contrato' inmoral o ilegal”, ha dicho en un video-mensaje dirigido a los fieles, afirmando que “la compra - venta de votos es un pecado y va contra la ley”. “Cuando la gente está necesitada, ciertamente puede aceptar ofertas y donaciones incluso de candidatos políticos, pero no se trata de un trueque o un acuerdo: la gente no está obligada a votar a esos candidatos. Puedes aceptar donaciones monetarias no por un acuerdo, sino porque tienes una necesidad desesperada para tu familia”, ha aclarado el obispo Villegas, ex presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas.
El fenómeno de la compra venta de votos es común y rampante en las elecciones filipinas a pesar de que va en contra del código electoral "Omnibus".
Como explica a la Agencia Fides el misionero del Verbo Divino, el padre Bel R. San Luis SVD, experto en medios de comunicación, "uno de los principales problemas en las elecciones filipinas es que muchos votantes venden su voto por una miseria. No tienen en cuenta la competencia, la capacidad y la integridad moral de los políticos que compran votos. Esta es una de las principales razones por las que la nación no ha progresado como debería. La gente debe votar sabiamente”. El progreso y el éxito del país dependen de buenos líderes. Los candidatos políticos, señala el P. Bel, "prometen hoy el cielo y la tierra y el servicio a la sociedad, pero la cuestión es que cuando son elegidos esperan ser servidos y venerados".
Para el padre dominico Rolando V. De La Rosa OP, historiador y ex rector de la Universidad de Santo Tomás en Manila, las elecciones filipinas están de hecho "dirigidas por el dinero". Muchos candidatos gastan millones en carteles, pancartas, camisetas y anuncios para imprimir sus nombres y rostros, con el fin de quedar grabados en la memoria de los votantes y conseguir votos, explica el padre De La Rosa.
"El deber de los votantes -señala- no es sólo elegir a los candidatos a los cargos públicos, sino también darles el papel que les corresponde, que es el de ser servidores del pueblo, no señores y amos. Muchos ciudadanos tienden a convertirse en receptores pasivos de su buena voluntad después de las elecciones", continua el sacerdote, ex presidente de la Comisión de Educación Superior , un organismo gubernamental.
Según el dominicano, la idea de democracia está hoy "retorcida y subvertida" en el engranaje de la maquinaria política porque "para los dirigentes, y también para la gente de a pie, el criterio de elección de las personas para los cargos públicos se basa en la popularidad o la riqueza".
El criterio básico para votar debe ser la honestidad y la integridad", explica De La Rosa, "sin dejarse influir por la publicidad política, las encuestas y la posibilidad de ganar". El sacerdote sugiere que los votantes "elijan cuidadosamente a los candidatos que muestren aspiraciones nobles y un auténtico deseo de servir a la nación".
Se espera que la Comisión Electoral publique la lista definitiva de candidatos oficiales en enero de 2022, incluyendo los que se presentan para el cargo de presidente, vicepresidente, para los escaños de 12 senadores y 308 miembros de la Cámara de Representantes. Luego están los votos para 81 gobernadores y vicegobernadores, 780 escaños en las diputaciones provinciales, 1.634 alcaldes y tenientes de alcalde de los municipios, 13.546 escaños en los consejos municipales. Según la Constitución filipina de 1987, las elecciones generales se celebran cada seis años, el segundo lunes de mayo.
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