Roma - El próximo 9 de noviembre se abrirá el Año Scalabriniano, en el 25 aniversario de la beatificación de Juan Bautista Scalabrini, testigo ejemplar de la vida cristiana, misionero y padre de los emigrantes. “Estamos terminado con gratitud el Jubileo de los 125 años de fundación de la Congregación de las Hermanas Misioneras Scalabrinianas y comenzamos con gran alegría el Año Scalabriniano. Estos acontecimientos llenan nuestro corazón de gratitud a Dios por el carisma scalabriniano al servicio de la Iglesia”, explica la hermana Neusa de Fátima Mariano, Superiora General de las Hermanas Scalabrinianas, en la nota enviada a la Agencia Fides.
“San Juan Pablo II lo describió como profundamente enamorado de Dios y extraordinariamente devoto de la Eucaristía, con la capacidad de saber traducir la contemplación de Dios y su misterio en una intensa acción apostólica y misionera, haciéndose todo a todos para anunciar el Evangelio”.
Los Superiores de los tres Institutos que componen la Familia Scalabriniana han invitado a seguir sus pasos, a partir de su frase “Que me santifique y que santifique a todas las almas que me han sido confiadas”. “Scalabrini fue un modelo para el mundo y lo sigue siendo hoy, en un mundo global dividido por muros incomprensibles. Su pasión por los migrantes es una clave de interpretación del mundo contemporáneo que tiene su base en el mensaje de Cristo”, dicen los tres superiores de los tres Institutos Scalabrinianos: el padre Leonir Chiarello, la hermana Neusa de Fátima Mariano y Regina Widmann en una carta conjunta. “Jesús vivió como un niño emigrante y refugiado. Dio su vida por el mundo y hoy su expresión está en el rostro de esos millones de personas que piden ayuda”.
Bajo el patrocinio de la diócesis de Piacenza-Bobbio, el Año Scalabriniano comenzará el domingo 7 de noviembre de 2021 y finalizará el miércoles 9 de noviembre de 2022. El tema es: “Hacer del mundo una patria para el hombre”. “Invitamos a todos a colaborar implicando a la Iglesia local, a los miembros de nuestros institutos, a los futuros misioneros, a los diversos grupos de laicos scalabrinianos y a las comunidades de migrantes para promover iniciativas, aprovechando también las sugerencias que se ofrecerán y que pueden multiplicarse en los diversos contextos en los que realizamos la misión con los migrantes y refugiados”.
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