Iquitos – “Nos sentimos honrados por el reconocimiento de este premio, y al mismo tiempo nos sentimos comprometidos a seguir la misma línea de nuestro líder, Oraldo Reátegui, director, presentador y jefe de prensa de la emisora amazónica La Voz de la Selva, que falleció el 1 de julio a causa de Covid-19”. Así se expresa Rubén Meza, jefe de programación de la emisora a la que pertenece desde hace años, ante la noticia del premio otorgado a la radio.
En la nota recibida en la Agencia Fides desde el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica , se lee que, con motivo del Bicentenario nacional, el 1° de octubre, Jornada del periodista, la Asociación de periodistas de Perú ha reconocido el trabajo de casi medio siglo realizado por la emisora de radio del Vicariato apostólico de Iquitos con el Willah Kamayuc, por la práctica de los valores periodísticos en su trabajo informativo.
El 14 de abril de 2022, La Voz de la Selva cumplirá 50 años desde su creación, años de trabajo en busca de la verdad y la justicia. “El nombre de esta emisora es en sí mismo su lema, su grito de guerra, porque el hombre y la mujer de la Amazonia saben que estos micrófonos están ahí para escuchar su voz, sus demandas, pero también sus alegrías y esperanzas”, dice Meza. “El reto es seguir demostrando que somos diferentes”. Una radio perteneciente a la Iglesia católica que, como señala el obispo de Iquitos, monseñor Miguel Ángel Cadenas, es la voz social de la Iglesia.
“En este contexto histórico, más que nunca, el periodismo responsable es esencial para mantener informada y explicar a la población no sólo los datos, sino también lo que se sabe sobre Covid-19 y sus síntomas”, solía decir Reátegui.
El enfoque social de la radio también desempeña un papel importante. La Voz de la Selva ha promovido la campaña de solidaridad del Vicariato Apostólico de Iquitos para recaudar fondos con los que se han podido comprar cuatro equipos de oxígeno para ayudar a los que más lo necesitaban para hacer frente a la pandemia.
La emisora amazónica fue fundada en 1972 por la fusión de dos emisoras que pertenecían a la Iglesia Católica: la del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, con sede en Indiana, y la que funcionaba en la ciudad de Iquitos, perteneciente al Vicariato Apostólico de Iquitos.
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