AMÉRICA/NICARAGUA - El obispo de Matagalpa: “tantas familias rotas por la migración que está desangrando al país, estamos viviendo otro Éxodo”

Matagalpa - “Hoy, pensamos en tantas familias desintegradas por una migración que desangra a Nicaragua, una vez más los nicaragüenses sufrimos la pérdida de tantos, de nuestros mejores hermanos, hombres y mujeres inteligentes, audaces, creativos, emprendedores, trabajadores, constructores del campo y la ciudad, jóvenes y hasta niños que representan el futuro de nuestra Patria. Caravanas completas de hermanos nicaragüenses que no encontraron en nuestro país lo que necesitaban para vivir dignamente y buscan, arriesgando, incluso, su vida, otros horizontes. Este es otro dolor en el alma, nos duele el alma tanto dolor”. Así lo ha destacado el obispo de Matagalpa, Su Exc. Rolando José Álvarez, durante la misa celebrada el domingo 3 de octubre en la Catedral de San Pedro Apóstol.
Inspirándose en las lecturas bíblicas de la liturgia dominical, según la nota de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, recibida en la Agencia Fides, el obispo se ha detenido a hablar en su homilía sobre el sacramento del matrimonio y luego sobre la familia. “Cómo no pensar que Nicaragua vive otro Éxodo, como un pueblo que busca un mejor futuro, porque se les han cerrado las puertas en su propia patria” ha continuado Mons. Alvarez, diciendo: “Migrantes, asilados, exiliados, refugiados, recluidos, queremos volver a estar juntos, porque, insistimos: Nicaragua es de todos y todos tenemos derecho a vivir en paz y en libertad, en justicia y santidad, todos como hermanos; sin exclusiones, sin nicaragüenses que sean tratados como descartables”.
En su homilía de la misa, que también ha sido retransmitida por los medios de comunicación y plataformas digitales de la Iglesia, el prelado ha lanzado un llamamiento: “Queremos vivir sin periferias humanas, que se detenga el espiral de violencia contra la familia, que no se siga desintegrando a la familia nicaragüense, en primer lugar, porque la familia, toda familia sin distinción es expresión de la familia de Dios Uno y Trino”.
Refiriéndose al texto del libro del Génesis proclamado, Mons. Álvarez ha destacado que, lejos de una mala interpretación común, “hombre y mujer, son de la misma naturaleza, iguales en dignidad y grandeza”. A continuación, ha destacado las tres notas que componen el matrimonio: “Unidad, indisolubilidad y fecundidad” y ha subrayado que el matrimonio está siempre abierto a la vida, “de ahí que los hijos más que una consecuencia del amor entre ambos, son la prolongación, son la presencia, son la expresión, son la manifestación del amor de la pareja que se ha casado”.