Brasilia – “Los grandes proyectos han traído muerte y destrucción a nuestro pueblo, atacan nuestros territorios, atacan nuestra cultura, atacan nuestra identidad y nos quitan el sueño, causando muchas enfermedades”: son las palabras de Josana Pinto da Costa, en la presentación del Informe 2021 sobre conflictos socio-ambientales y violaciones de los derechos humanos en las comunidades de pescadores tradicionales de Brasil. El informe se presentó en línea el 29 de junio, con motivo de la fiesta de San Pedro, patrón de los pescadores.
Como informa la nota de la Conferencia Episcopal Brasileña enviada a la Agencia Fides, la llegada de proyectos de gran envergadura a las zonas de pesca artesanal ha provocado violaciones de los derechos de las comunidades y otros impactos socio-ambientales y socio-económicos negativos.
El informe 2021 elaborado por el Consejo Pastoral de Pescadores señala que las limitaciones de acceso a los territorios, la deforestación, la especulación inmobiliaria, los desarrollos turísticos, los latifundios y las granjas son los principales factores identificados como causas de los conflictos en las áreas de las comunidades de pescadores tradicionales en 14 estados brasileños. “El informe denuncia las violaciones sistemáticas a las que se han enfrentado las comunidades pesqueras durante estos 520 años de colonización y explotación, y cómo en este último período estos conflictos se han acentuado o agravado”, ha dicho la secretaria ejecutiva del CPP nacional, Ormezita Barbosa.
La encuesta se realizó a partir de los formularios rellenados por los grupos locales de la CPP y las entidades asociadas, recogiendo información sobre 166 comunidades pesqueras tradicionales de 14 estados de la federación. Los conflictos, según el informe, han afectado a más de 49.000 hogares, con 40.237 mujeres y 17.906 niños y adolescentes. Hay 434 informes de conflictos y violaciones. Según el CPP, las consecuencias socio-ambientales se refieren a la disminución de la cantidad y variedad de peces, y a la destrucción de hábitats. En el ámbito socio-económico, los pescadores sufren la limitación del acceso a la tierra, la disminución de los ingresos familiares, la pérdida de los valores tradicionales, los conflictos internos y la ruptura de los lazos comunitarios. En la lucha por sus territorios, los pescadores sufren amenazas de muerte y diversas formas de racismo, además de otras violaciones a las que se ven sometidos, como delitos sexuales, asesinatos, investigaciones policiales, lesiones personales, juicios, racismo religioso, intentos de asesinato y violencia de género.
El informe del CPP también contiene datos sobre la pandemia de Covid-19. Sólo el 39% de las comunidades ha señalado los casos de Covid-19, pero las repercusiones socio-económicas del empeoramiento de las situaciones ya vividas por los pescadores se han dejado sentir con fuerza. El Obispo de Brejo y responsable de la Pastoral de los Pescadores, Mons. José Valdeci Santos Mendes, ha intervenido durante el lanzamiento del informe, comentando la fecha elegida, dedicada al pescador llamado por Jesús “a ser un discípulo fiel y que, por su fidelidad, se convirtió en un mártir en el camino de la Iglesia”. Como San Pedro, liberado de las cadenas de Herodes por el ángel enviado por Dios, el Obispo ha destacado cómo los mensajeros de Dios, hombres y mujeres, “están comprometidos con la vida, comprometidos con la lucha, comprometidos con un mundo más justo y fraterno”. Además ha realizado un llamamiento a los agentes de pastoral para que sigan luchando contra los Herodes del mundo actual, “que matan, niegan los derechos, niegan la vida, masacran a los pobres y a las comunidades tradicionales”.
Publicar un comentario