Bogotá – “Los obispos católicos de Colombia apoyamos este clamor por la paz, la vida y el respeto de la dignidad humana de tantos hermanos y hermanas nuestros”: lo declara la Conferencia episcopal de Colombia, expresando respaldo y solidaridad al obispo de Buenaventura, Rubén Darío Jaramillo Montoya y a la comunidad bonaerense, quienes esta semana vivieron la “jornada por la vida”, manifestada en acciones religiosas, culturales y reflexivas, que ha culminado el 30 de julio con una marcha de rechazo a la violencia.
Con esta iniciativa, la diócesis de Buenaventura ha querido unirse al clamor de sus habitantes para pedir una vez más la paz y la reconciliación para esta región azotada por la violencia y la desigualdad. “No podemos quedarnos callados”, ha dicho monseñor Jaramillo Montoya, en un mensaje de video, explicando que ha convocado a esta jornada porque durante los primeros 20 días de julio se han registrado 24 asesinatos, además de las extorsiones, robos, desapariciones y secuestros que continúan.
Del 26 al 30 de julio se llevaron a cabo diversas iniciativas, como la de encender una vela en cada casa, que representa la luz de Cristo, invocando su favor pare con las familias y la ciudad; o la jornada inter-confesional a través de las redes sociales. Además se han plantado 1.000 árboles como signo de esperanza y vida; se han visitado siete zonas vulnerables en las que la violencia es más frecuente: los habitantes se vistieron de blanco, mientras que en las casas y oficinas se colocaron globos blancos en señal de paz; ha habido reflexiones y momentos culturales y lúdicos sobre la situación de violencia que vive la población.
Los obispos del pacífico y sur occidente colombiano, en un comunicado, también han dicho que se unen al clamor de los bonaerenses que piden a gritos la paz y el respeto por la vida. “No es tiempo para la indiferencia – escriben los obispos - es el momento para levantar la voz y exigir el respeto a la dignidad de la vida humana. Animamos a nuestras comunidades a acompañar desde la oración, las jornadas de la paz convocadas en la hermana Iglesia diocesana de Buenaventura”.
Los prelados han instado a quienes a través de la violencia están segando la vida de tantos inocentes, para que, cambien “las armas y el odio por herramientas que forjen la sana convivencia y el respeto de todos los ciudadanos”. Así mismo, piden a las autoridades locales, regionales y nacionales, que busquen caminos que garanticen la seguridad de la población y les exhortan para que brinden las oportunidades necesarias en materia de educación y empleo y así las comunidades puedan realizar sus proyectos de vida.
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