Manila - El presidente Rodrigo Duterte debería utilizar el tiempo que le queda de mandato presidencial para unir a la nación y restaurar la dignidad de los servicios públicos, en beneficio de los ciudadanos: es el llamamiento del obispo José Colin Bagaforo, Presidente Nacional de “Cáritas Filipinas” que, tras el último discurso presidencial sobre el “Estado de la Nación” ha invitado a Duterte a demostrar que es “padre de la nación”. “Será importante si, al menos, en el tiempo que le queda de mandato, muestra dignidad e integridad”, añade a la Agencia Fides el P. Antonio Labiao, secretario ejecutivo de la Cáritas Nacional, instando a Duterte a ser “un líder unificador, especialmente en medio de la pandemia de Covid-19”. “Tenemos que centrar nuestras energías en unir al país mientras seguimos lidiando con los efectos devastadores de la pandemia”, ha dicho.
Tras el discurso presidencial sobre el “Estado de la Nación” - un importante discurso público anual, en el que el presidente hace un balance de la vida civil y de la situación general del Estado, y los principales retos - el padre Jerome Secillano, secretario ejecutivo de la Comisión de Medios de Comunicación y Relaciones Públicas de la Conferencia Episcopal de Filipinas, recordando las relaciones más bien difíciles entre la Iglesia católica y el presidente en los últimos cinco años, ha puesto la atención en la lucha contra la corrupción “que es una grave preocupación para la Iglesia católica”. “Con la corrupción, se roban los recursos destinados a los ecesitados”, ha dicho. Durante su mandato presidencial, la campaña pública de Duterte se centró en la erradicación de las drogas, la delincuencia y la corrupción, pero el propio presidente admitió posteriormente que todos estos problemas irían más allá de su mandato. El P. Secillano ha instado al público a “estar más atento a las promesas de los candidatos”. “La Iglesia seguirá ciertamente haciendo oír su voz, sobre todo cuando el país elija a sus dirigentes en las elecciones del próximo año”, ha declarado, subrayando que los criterios de transparencia, honestidad, atención al bien común, defensa de la dignidad humana y promoción de los más pobres y vulnerables, según la “política” entendida en el sentido más elevado de “una forma de caridad pública”.
El domingo 26 de julio, en un vídeo publicado por los medios de comunicación oficiales de la archidiócesis de Manila, y enviado a la Agencia Fides, titulado “A Call to Prayer and Action”, se insta a los fieles a “ser vigilantes y valientes” en la preparación de las próximas elecciones. El vídeo musical es presentado por dos obispos católicos: Mons. Broderick Pabillo, auxiliar de la archidiócesis de Manila y recientemente nombrado vicario apostólico de Taytay, y el arzobispo Sócrates Villegas. “Señor, salva a tus hijos de las tinieblas”, ha dicho Mons. Villegas.
Mientras que Mons. Pabillo, dirigiéndose a los filipinos les ha exhortado para que hablen “en medio de la plaga del terror y el engaño, en medio de la peste de la violencia y la injusticia, en medio de la enfermedad de la codicia y la corrupción”. “El Señor escuchará nuestras voces, antes silenciosas y mansas, ahora crecientes, no en el odio sino en el amor por este país. Él enviará su luz sobre nosotros” ha concluido Mons. Pabillo.
El índice de aprobación del presidente Duterte en esta etapa de su vida pública está disminuyendo debido a su incapacidad para detener el aumento de los casos de coronavirus en el país. Según una encuesta internacional realizada por el think-tank londinense "YouGov", los filipinos que calificaron la respuesta del gobierno de Duterte como "muy buena" o "suficientemente buena" han caído del 72% en mayo al 51% a finales de junio, una caída de 21 puntos en un mes. Numerosos miembros de la Iglesia católica han criticado recientemente medidas del gobierno como la ley antiterrorista y también el cierre de la empresa de televisión ABS-CBN.
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