Maputo - Las soluciones militares son siempre costosas y extremadamente destructivas”, advierten los participantes en un seminario virtual de expertos y operadores de varias organizaciones católicas dedicadas a la crisis de Cabo Delgado, la región del norte de Mozambique asolada por la violencia cometida por grupos yihadistas que recuerdan al Estado Islámico.
Organizado por la Catholic Parliamentary Liaison Office della Southern African Catholic Bishops’ Conference y por el Denis Hurley Peace Institute , el seminario web ha contado con la participación de unos 50 representantes de organizaciones como Misereor, la organización de los obispos católicos alemanes para la cooperación al desarrollo, Catholic Relief Services , Ayuda a la Iglesia Necesitada y Jesuit Refugee Service .
“Del examen de los presupuestos del Estado de Mozambique se evidencia que la asignación para las ofensivas militares está teniendo un enorme impacto en lo que el país gasta en el suministro de agua, la salud y la asistencia social. La asignación militar en este momento es tres veces mayor que la asignación para estas otros tres elementos”, ha dicho Bernhard Weimer, un experto que sigue la crisis de Mozambique desde hace mucho tiempo.
El gobierno de Maputo ha elogiado la opción militar tras recibir el apoyo de los Estados miembros de la SADC . El primer país de la SADC en enviar sus tropas es Botsuana, cuyos soldados se unirán a los 1.000 soldados que llegaron a Mozambique a principios de este mes procedentes de Ruanda, que no es miembro de la SADC. Las tropas ruandesas informaron de que ya habían entrado en acción y matado a 30 insurgentes la semana pasada. Sudáfrica ha anunciado el envío de unos 1.500 soldados, incluidos varios miembros de las fuerzas especiales. La misión de la SADC en Mozambique estará dirigida por el general sudafricano Xolani Mankayi, que se encuentra en Mozambique como parte de un despliegue previsto. Se espera la llegada de personal militar de otros países miembros de la SADC, como Tanzania y Angola. La SADC ha aprobado un presupuesto de 12 millones de dólares para el despliegue de la Misión de la Fuerza de Reserva en Mozambique. A principios de este año, los expertos militares del grupo recomendaron que la SADC enviara unos 3.000 soldados con armas, helicópteros, aviones y buques de guerra.
El administrador apostólico de la diócesis de Pemba, Mons. António Juliasse Sandramo, ha expresado sus reservas sobre la creciente militarización de Cabo Delgado, señalando que la provincia "ha entrado en un nuevo ciclo de violencia inaugurado con la entrada de fuerzas extranjeras para apoyar a las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Mozambique en la gestión de esta situación". Sólo estamos viendo el comienzo de este ciclo, pero no sabemos cuál será el curso o incluso el final".
Mientras tanto, la situación humanitaria en la provincia empeora: según el Programa Mundial de Alimentos, casi un millón de personas necesitan ayuda alimentaria a causa del conflicto.
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