Manila - Las asociaciones de laicos católicos se oponen a la legalización del divorcio en Filipinas, mientras que el proceso parlamentario para hacerlo ley ha comenzado. La comisión parlamentaria sobre población y las relaciones familiares aprobó el 5 de febrero un proyecto de ley destinado a legalizar el divorcio en el país, que se presentará a las cámaras y parece tener un consenso general de las fuerzas políticas.
"El Congreso filipino debe actuar para fortalecer a la familia y no para debilitarla", afirma en una nota enviada a Fides el foro llamado "Laiko", es decir, el "Consejo de los Laicos de Filipinas", una plataforma que reúne a varias organizaciones y movimientos eclesiales. El foro enfatiza que "el matrimonio y la familia son un regalo que debe ser protegido".
“El Consejo Laico de Filipinas se opone firmemente a la introducción de la ley de divorcio como la forma más fácil de disolver el matrimonio en Filipinas", afirma la presidenta de "Laiko", Rouquel Ponte. "Por lo tanto, esperamos que Filipinas permanezca siempre como un faro de esperanza para la familia y la sociedad". Filipinas es el único país del mundo donde el divorcio sigue siendo ilegal. Ante esto, Ponte señala que "esa no es una buena razón para permitirlo".
En cambio, el líder católico insta a los partidarios del divorcio en la nación a "aprender de la experiencia de otros países donde el divorcio es legal, señalando el fuerte debilitamiento de la institución de la familia en esos países". "Como resultado, han surgido muchos problemas para el cónyuge abandonado y para sus hijos", señala Ponte.
El proyecto de ley redactado en la Comisión Parlamentaria, denominado "Proyecto de ley 100 de la Cámara" o "Proyecto de ley de divorcio absoluto" , tiene como objetivo garantizar que los procedimientos de divorcio sean accesibles y eficientes.
Afirmando ser consciente de la situación difícil de los ciudadanos filipinos que sufren por "matrimonios fallidos", el jefe de "Laiko" invita a las organizaciones que se ocupan de la familia "a tratar de acompañarlos y seguirlos con intervenciones pastorales útiles", como "la educación, formación y acompañamiento humano y espiritual, que van de la mano con el reconocimiento de valores como la vida, el amor, la fidelidad". "El Consejo de los Laicos de Filipinas – señala -, garantiza el pleno apoyo a quienes trabajan en este campo".
Jenlyen Passion, una madre católica comprometida en actividades pastorales, comenta a Fides: "El matrimonio es un sacramento y no se puede romper. Lo que los legisladores planean, es decir legalizar el divorcio, es un diseño bajo la influencia de valores seculares, por lo que lo contrarrestaremos".
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