Bishkek - “Dios se hace cercano a Kirguistán. La nación es una mezcla de culturas muy interesante: en esta tierra conviven elementos de origen ruso, asiático y musulmán. Encontramos un país de aproximadamente 6 millones de personas, el 90% de las cuales profesan el Islam. La población cristiana es muy pequeña y más pequeña aún es la católica: estamos hablando de 1500 fieles. En esta tierra, la mayoría de los católicos presentes, lo son gracias a los sacrificios de sus abuelos que, durante el período soviético, fueron deportados aquí desde Alemania, Polonia y Rusia. Sin embargo, en medio de esta historia de sufrimiento, la Providencia de Dios plantó e hizo florecer la semilla de la fe”. Este es el testimonio enviado a Fides por tres representantes de la Iglesia en los Estados Unidos: el p. Larry Machado, sacerdote de la diócesis de Stockton, Chris Smith, diácono de la diócesis de Austin, y el p. John Gancarz, de la diócesis de Hartford. Los tres, después de visitar Kirguistán, hicieron un video titulado “Kyrgyzstan: God is Near”, un reportaje en el que cuentan y muestran los principales lugares de culto católico en la nación, como la parroquia de la capital, Bishkek, la capilla dedicada a Madre Teresa de Calcuta, el monumento de los polacos caídos durante la Segunda Guerra Mundial, en Jalal-Abad.
Los tres jóvenes narran el servicio incansable de los sacerdotes presentes en el país: "Todos los domingos conducen durante 30-40 minutos, para acompañar a los fieles que viven en las aldeas en sus hogares y que de otra manera no podrían asistir a misa. Hemos visto al administrador apostólico, el padre Anthony Corcoran, hablar ruso con la gente y estudiar kirguís para que todos puedan entender lo que dice. Los fieles aman esta actitud y reconocen a quienes los cuidan. Lo rodean, le dan la bienvenida, le sonríen”. La presencia del Evangelio en la nación de Asia Central, dicen los tres miembros de la Iglesia Americana, es una pequeña semilla que está brotando, gracias al compromiso diario de los sacerdotes y religiosos que ofrecen sus vidas y están al servicio de la población, siempre confiando en la gracia y en la ayuda de Dios. Los tres sacerdotes al final de su peregrinación concluyen afirmando: "Dios está cerca de los pequeños, de los últimos, de los que están en las periferías".
En Kirguistán actualmente hay tres parroquias en las ciudades de Bishkek, Jalal-Abad y Talas, pero en las zonas rurales del país también hay muchas pequeñas comunidades distribuidas. Los católicos locales pueden contar con la asistencia espiritual de siete sacerdotes, una religiosa y cinco monjas franciscanas. En 1997, Juan Pablo II fundó una Misión sui iuris allí, como sucedió con los estados vecinos de Asia Central. En 2006, Benedicto XVI elevó la circunscripción al rango de administración apostólica. Además de la mayoría musulmana, el 7% de la población es de fe cristiana, de los cuales el 3% son ortodoxos. Los hebreos, budistas y otras minorías pequeñas representan alrededor del 3% de la población.
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