Ciudad de Guatemala – “Nuestra tarea principal como Obispos es promover, guiar y animar la evangelización en nuestro país, con la ayuda de los sacerdotes, consagrados y tantos laicos a quienes expresamos nuestro agradecimiento. Esta es nuestra misión permanente: anunciar a Jesucristo”. Así lo reiteran los obispos de Guatemala en su mensaje al finalizar la Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, durante la cual han reflexionado sobre las actividades del año pasado y sobre las prioridades pastorales futuras.
En el documento, recibido en la Agencia Fides, los obispos expresan su alegría por el anuncio de la beatificación de los mártires del Quiché: 3 sacerdotes y 7 laicos, entre ellos un chico de 12 años, asesinados por odio a la de entre 1980 y 1991. “Estaban impulsados únicamente por el amor a Dios y a los hermanos más pobres, en un período de persecución de la Iglesia y violencia contra toda la población” subrayan, recordando que se suman a los recién beatificados y a los cientos de testigos desconocidos “cuyas vidas han fecundado la misión de la Iglesia en Guatemala y se constituyen en nuevos testigos cualificados que nos motivan para que sepamos seguir a Jesús en nuestros tiempos”.
La vida social y política de Guatemala en este inicio de año está marcada por el comienzo del trabajo de las nuevas autoridades en las diversas áreas. "A pesar de las decepciones del pasado y el escepticismo suscitado en la población, la esperanza del cambio siempre resurge", subrayan los obispos, esperando que la prioridad de los nuevos gobernantes electos "sea el bien común y se rompa el continuismo en las prácticas políticas nefastas ligadas a la corrupción y a la ausencia del Estado en los espacios que son su responsabilidad primera". Por lo tanto, su primer compromiso es “promover una sociedad incluyente, de oportunidades para todos, que impulse el desarrollo humano integral de la población y evite las olas de migrantes forzados a huir de la pobreza".
Citando el sufrimiento de los migrantes, los obispos agradecen a quienes trabajan para aliviar su sufrimiento, y esperan el compromiso de todos los guatemaltecos para combatir las causas de la emigración, y subrayar la inquebrantable capacidad de crear "oportunidades de empleo y desarrollo para el gran número de jóvenes que son una riqueza incuestionable de nuestro país". Por ello, exhortan a todos a trabajar por el diálogo entre los diversos sectores de la sociedad y alcanzar acuerdos consensuales, dejando de lado las posiciones rígidas y los prejuicios del pasado.
Por último, el mensaje de la Conferencia Episcopal espera que la elección de los jueces de la Corte Suprema de Justicia y de los Tribunales de Apelación, así como de la Corte Suprema Electoral, se lleve a cabo de conformidad con la ley, según la capacidad y no el favoritismo, invocando la intercesión de los mártires y la mirada maternal de María, "Madre del Príncipe de la Paz y Madre de todos los pueblos de la tierra".
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