Durante los últimos años, subraya el comunicado de la Conferencia episcopal chilena recibida en la Agencia Fides, el flujo migratorio hacia nuestro país ha crecido notablemente, sobrepasando las posibilidades de acogida y atención, especialmente de los migrantes más vulnerables, tanto a nivel gubernamental como de las organizaciones de la sociedad civil y de la pastoral de la Iglesia, constituyéndose en un gran desafío e interpelación compartida en América Latina y el Caribe. Por eso entre 2019 y 2021 la campaña de Cuaresma tiene como sujeto prioritario a las comunidades de migrantes . Con los fondos recaudados el año pasado, será posible el trabajo de 39 proyectos.
Tales proyectos, de naturaleza diocesana o nacional, tienen como objetivo integrar y fortalecer el trabajo de la pastoral social de la Iglesia con migrantes vulnerables o en situaciones de exclusión social. Entre estos: Orientación y asesoramiento legal para la regulación de la condición de inmigrante, para los derechos sociales y laborales. Protección y apoyo a grupos vulnerables, en particular niños y mujeres migrantes pobres. Formación profesional e integración social a través de cursos de idiomas y otras iniciativas. Promoción de una visión positiva de la migración en el país de acogida.
El equipo de Cuaresma de Fraternidad ha invitado a todos los chilenos a sumarse a la campaña, solicitando las huchas y el material preparado en todas las parroquias del país, pensando en nuestros hermanos migrantes que tanto lo necesitan. Asimismo, invitan a seguir la campaña en las redes sociales y compartir los contenidos.
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