Con la votación de ayer, Siria se convierte en el primer país árabe en reconocer oficialmente y en los niveles institucionales más altos, la naturaleza genocida de las persecuciones planificadas desatadas hace 105 años contra las poblaciones armenias de los territorios de la actual Turquía. La resolución de la Asamblea Popular de Siria se produce después de semanas de tensiones entre Ankara y Damasco, luego de los enfrentamientos entre las fuerzas militares de ambos países que tuvieron lugar en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, donde el ejército del gobierno sirio está asediando las últimas áreas controladas por las milicias islamistas. El reconocimiento del Genocidio Armenio por parte de Siria ha provocado la reacción oficial inmediata de Turquía: Hamy Aksoy, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, ha emitido una declaración muy dura, en la que la resolución siria que condena el "supuesto genocidio" armenio es calificada como "la imagen de la hipocresía de un régimen que durante años ha consentido todo tipo de carnicería hacia su propio pueblo, incluidos aquellos contra los niños; un régimen que hizo huir a millones de sus compatriotas y es conocido por su falta de escrúpulos en el uso de armas químicas".
El 4 de marzo de 2015, la Asamblea del pueblo sirio ya había dedicado una "sesión conmemorativa" al Genocidio Armenio. La iniciativa, promovida en particular por la diputada cristiana siria Maria Saadeh, había visto la participación de los miembros de las comisiones parlamentarias de relaciones exteriores y la participación del embajador de la República de Armenia en Siria, Arshak Poladyan, quien en su discurso había recordado la acogida recibida cien años antes en Siria por los armenios que huían de las masacres planeadas por el gobierno de los Jóvenes Turcos.
Recientemente , el presidente Bashar Assad dirigió un llamamiento para regresar a Siria y reconstruir sus hogares devastados por el conflicto a los armenios sirios que huyeron del país en los años del conflicto, buscando refugio en el Líbano, Armenia u otros países del Medio Oriente y en Occidente. La petición explícita de regreso a la patria dirigida a los refugiados armenios fue expresada por el líder sirio con ocasión de su reunión con Aram I, el Catholicos armenio apostólico de la Gran Casa de Cilicia, recibido en Damasco por el presidente Assad el martes 14 de mayo. En esa ocasión, los medios del gobierno sirio también informaron de las alabanzas dirigidas en esa circunstancia por Assad al "espíritu patriótico" de los sirios armenios, a quienes llamó "ciudadanos ejemplares": el presidente sirio elogió la contribución que ofrecieron en la defensa de la unidad nacional frente al intento de desmembrar el país llevado a cabo por lo que Assad había definido como "barbarie terrorista". Assad también había comparado la brutalidad que atribuía a esta "barbarie terrorista" con la ferocidad de las masacres cometidas por los otomanos contra el pueblo armenio.
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