En un acto inusual, y que no había sucedido durante más de 30 años, el presidente Nayib Bkele ingresó al Parlamento, acompañado por un gran grupo de militares con armas en mano, cuando se discutía la aprobación de este préstamo.
Bukele, que convocó a la gente y esperó a la gente en la plaza, dijo a los parlamentarios presentes que "ese gesto sirvió para crear cierta presión para obtener aprobación y continuar su plan para combatir la violencia". Solo había unos veinte diputados en la sala porque el principal partido de oposición todavía no quiere participar en sesiones que incluyen discusiones sobre las solicitudes del Presidente. Según lo que escribió la prensa local, existen relaciones entre algunos representantes políticos de la oposición y las bandas criminales locales, después de la publicación de estas graves acusaciones, la historia terminó en los tribunales. El presidente Bukele, que tiene ya en el poder nueve meses, cuenta con un amplio apoyo popular y continúa con su programa contra la violencia, para cambiar la triste fama de El Salvador de ser uno de los países más violentos del mundo.
El cardenal Gregorio Rosa Chávez dijo que el país "está experimentando un clima muy tenso", con posiciones bastante radicales, por lo que esperaba "calmar los espíritus y los niveles de confrontación". También sugirió que las posiciones deberían analizarse "en una atmósfera de diálogo, antes de que sea demasiado tarde".
La nota enviada a Fides dice: "Debemos pedir paciencia para evitar que la situación se salga de control: hay tensión en ambos lados y esto puede causar una confrontación; debemos evitar que eso suceda por el bien de la gente. Debemos trabajar juntos para resolver los problemas, en lugar de entrar en una acalorada confrontación de este tipo ", concluyó el Cardenal.
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