Bkerké - Apertura y aliento hacia el nuevo gobierno, denuncia del flagelo de la corrupción junto con la advertencia de que no se puede invocar el derecho legítimo a manifestarse para justificar las acciones violentas e incivilizadas de grupos de alborotadores en las plazas y en las calles libanesas durante las protestas de los últimos meses. Estas son las reflexiones y llamamamientos compartidas por los Jefes de Iglesias y comunidades eclesiales del Líbano, reunidos el martes 28 de enero por invitación del Patriarca maronita, Bechara Boutros Rai, en la sede patriarcal maronita de Bkerkè. El objetivo de la convocatoria fue evaluar juntos las delicadas circunstancias que atraviesa la nación libanesa. El patriarca greco-católico melquita, Youssef Absi; el patriarca siro-católico, Ignace Youssif III Younan; el patriarca siro-ortodoxo, Mar Ignatius Aphrem II; y el Catholicos de Cilicia de los armenios apostólicos, Aram; y el reverendo Joseph Kassab, presidente del Consejo Supremo de las Comunidades Evangélicas en el Líbano y Siria también participaron en esta cumbre de los Jefes de las Iglesias en el Líbano.
En el documento conjunto, publicado al final del encuentro, los jefes de las Iglesias, entre otras cosas, expresaron su satisfacción por la formación del nuevo gobierno confiado a Hassan Diab , y por los elegidos por el primer ministro para el gobierno. Los líderes hacen un llamamiento a toda la clase política para emprenda el camino de las reformas estructurales necesarias para sacar al país de la crisis económica que lo está ahogando. Los líderes de la Iglesias también piden detener la sangría de recursos robados al pueblo libanés por la corrupción. Reafirman además su pleno derecho a expresar públicamente su disenso hacia la clase política, pero al mismo tiempo condenan firmemente el carácter poco cívico de algunas manifestaciones callejeras, especialmente en Beirut, expresando su aprecio por el el trabajo del ejército y las fuerzas de seguridad, e instando a los grupos violentos a expresar su malestar de acuerdon con el orden democrático. Insisten en que la salvación del país nunca puede llegar a través del derramamiento de sangre.
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