Bishkek - Vivir una semana de espiritualidad, según el carisma de San Ignacio de Loyola, y proponer esta experiencia de inmersión y cercanía a Dios como forma de evangelización, en una nación donde la semilla del Evangelio ha dado un pequeño brote: con este espíritu los padres jesuitas presentes en Kirguistán han organizado una semana de ejercicios espirituales en completo silencio, según el método de San Ignacio de Loyola. Según la información enviada a Fides, la iniciativa, abierta a todos, se llevará a cabo del 16 al 22 de marzo de 2020 en el "Centro Issyk", el hogar para niños kirguises discapacitados e indigentes, ubicado a orillas del lago Issyk-kul y gestionado por los religiosos de la Compañía de Jesús. La iniciativa está dirigida a jóvenes, adultos, personas curiosas o interesadas en aprender más sobre la fe cristiana. En una nota enviada a Fides por los organizadores se explica: “No es la primera vez que estos ejercicios espirituales tienen lugar en un lugar pintoresco a orillas del lago Issyk-Kul, a solo 100 metros de la playa y a pocos kilómetros de las montañas de Tien Shan". El contacto con la naturaleza incontaminada representa una forma de alcanzar una dimensión de reflexión y profundización, en busca de Dios. El tema de este año será "Dios, guíame en el camino eterno. Libertad, Acción de Gracias y Misericordia". La semana de espiritualidad estará dirigida por el jesuita de Novosibirsk , el padre Janez Sever.
El programa de ejercicios espirituales incluye una introducción a la oración y meditación ignacianas sobre las Sagradas Escrituras, momentos de oración individual y de asamblea, la celebración de la Eucaristía, la Adoración y la posibilidad de hablar con un asistente espiritual.
“Sin duda serán días de refrigerio para el cuerpo y el espíritu, en un paisaje muy hermoso. Por otro lado, el hecho de que todavía se pida utilizar un modo de oración desarrollado hace unos cinco siglos, da testimonio de su eficacia", concluye la nota de los jesuitas.
Kirguistán es un país pequeño con una población de casi 6 millones de habitantes que goza de libertad religiosa. Alrededor del 90% de la población es musulmana. Los cristianos ortodoxos representan casi el 10% del total, y otras confesiones cristianas son una pequeña minoría. Los católicos locales pueden contar con la asistencia espiritual de siete sacerdotes, una religiosa y cinco religiosas franciscanas.
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