AMÉRICA/MÉXICO - Semana por la unidad de los cristianos: “una unidad que no excluya a nadie, especial a los más desfavorecidos, entre ellos los migrantes”
Ciudad de México – Este año, el material para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, del 18 al 25 de enero, lo han elaborado las Iglesias cristianas de Malta y de Gozo. Cada 10 de febrero se celebra la Fiesta del Naufragio de San Pablo y, con este evento, la evangelización de las islas. El lema y las reflexiones de este año, “Nos trataron con amabilidad” tendrán como tema el viaje del Apóstol, prisionero y encadenado que se enfrentó a las tempestades en el mar. Como recuerda en su mensaje para el octavario el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, Presidente de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso y la Comunión de la Conferencia Episcopal Mexicana, “Prisioneros, marinos y soldados naufragaron y llegaron a una isla, donde los habitantes no hablaban su idioma, no compartían su cultura ni su religión, pero fueron recibidos con calidez, con alimentos y ropa seca, con “una solicitud poco común”.
En el texto recibido en la Agencia Fides, el obispo de Veracruz explica: “Este pasaje en la vida de San Pablo nos recuerda escenas que vemos actualmente en los noticieros: migrantes que se enfrentan a tormentas, a mares embravecidos y llegan a países con otras culturas, otros idiomas y otras religiones, pero a diferencia de los habitantes de Malta son recibidos en muchas ocasiones con indiferencia, discriminación y rechazo; son secuestrados o explotados e, incluso, sometidos a trata de personas. ¿Es ésta la actitud de un cristiano?, ¿es esto lo que Dios espera de nosotros?”
Citando al Papa Francisco que ha denunciado en numerosas ocasiones esta situación, Mons. Carlos Briseño Arch subraya que “los migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males. La actitud hacia ellas constituye una señal de alarma, que nos advierte de la decadencia moral a la que nos enfrentamos si seguimos dando espacio a la cultura del descarte”.
En México uno de los compromisos pastorales del Proyecto Global Pastoral es el de identificar y acompañar a los grupos vulnerables de la sociedad, los migrantes entre otros. “Los materiales que ofrecemos para el octavario – concluye el obispo - están preparados para orar por la unidad de los cristianos, pero una unidad que no excluya a nadie, que no olvide a nadie, en especial a los más desfavorecidos, a los más débiles y, entre ellos, a los migrantes”.
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