Durante la homilía de la misa de envío, el obispo Álvarez recordó que pueden ocurrir grandes milagros cuando uno es obediente a la voz del Señor y sus profetas, porque la obediencia a Dios trae salvación y la desobediencia conduce a la ruina. Entonces el misionero es un hombre o una mujer que debe escuchar la voz de Dios.
La "Semana Misionera" en la diócesis se organiza cada año con un aspecto diferente. Teniendo en cuenta el próximo "Domingo de la Palabra de Dios", el arzobispo Álvarez subrayó el compromiso misionero que tiene lugar en un ambiente no tan propicio para escuchar una palabra que llama a la justicia, a la verdad, cuando el país no vive una verdadera democracia. Ayer escribió en su Twitter: "Solo una democracia institucional e institucionalizada puede interrumpir los ciclos de violencia que estamos arrastrando". Hace unas horas enfatizó: "La base fundamental de cualquier consentimiento es el respeto ilimitado de la dignidad de la persona y la libertad de expresión".
El año pasado, para la Semana Misionera, Mons. Álvarez se reunió con cientos de laicos comprometidos como misioneros para predicar también en autobuses, anunciando el Reino de Dios y la predilección de los pequeños ante los ojos de Dios. En particular, el Obispo sostiene considerando a los jóvenes, como escribió el 14 de enero: "Los estudiantes siempre han expresado su profundo sentido cívico, institucional y democrático en los momentos apropiados. También se han ganado su lugar en la mesa . Su reflexión es madura y esto es una razón más por la que se les escucha con seriedad y responsabilidad ".
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