ASIA/FILIPINAS - El cardenal Tagle agradece y saluda a los fieles: “Haced todo en el nombre de Cristo”

Manila - “Cada acción es una acción eucarística. Tu vida es una Eucaristía interminable. Todo se hace en el nombre del Señor Jesucristo, para agradecerle su llamada, su bondad, su misericordia”. Con estas palabras, pronunciadas con emoción, el cardenal Luis Antonio Tagle se dirigió a los fieles de Manila durante una misa de acción de gracias el día 27 de enero en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Según recoge Fides, había más de 2000 fieles de la archidiócesis llegados desde todo el territorio y de más de 85 parroquias, para compartir y despedir al cardenal que, en los próximos días, llegará al Vaticano para establecerse como Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Numerosos obispos de otras diócesis filipinas estuvieron presentes así como sacerdotes, religiosos y catequistas de la que es una de las diócesis más antiguas de Asia. Mientras la Iglesia en Filipinas se prepara para celebrar los 500 años de la llegada del Evangelio al archipiélago , 50 años después del primer bautismo filipino y dado el impresionante crecimiento de la comunidad de fiel, se crea en 1579 la diócesis de Manila como sufragánea de la Ciudad de México. En 1595, Manila ya era archidiócesis y hoy se compone de siete ciudades y cinco municipios, un territorio donde viven más de 3 millones de fieles católicos.

En la misa de despedida de su comunidad, el Cardenal instó a mantener siempre una mirada y una actitud de acción de gracias hacia Dios, Señor de la historia, porque “los planes de Dios no son nuestros planes, pero creemos y sabemos que Él es bueno, que su misericordia dura por siempre”. Y, agregó el cardenal Tagle, como Cristo agradeció al Padre, dándose a sí mismo, así “toda persona bautizada, como un acto de acción de gracias, está llamada a dar su cuerpo y su sangre”.

El obispo auxiliar de Manila, Broderick Pabillo, se hizo eco de estas palabras y expresando sentimientos comunes, aseguró: “Nos sentimos privilegiados de haber tenido un pastor durante ocho años que hizo todo lo posible y se entregó sin reservas para ser siempre al servicio de su comunidad. En los últimos años, a pesar de sus compromisos internacionales, siempre se ha hecho presente, sin dejar de estar entre nosotros. Le estamos agradecidos y lo acompañaremos con nuestras oraciones”.

La celebración terminó con un acto de encomienda, en el que la gente puso sus manos y rezó por el Cardenal, agradeciéndole el haber mostrado “la compasión de Dios con su vida”. “Estamos tristes por un lado porque echaremos de menos al cardenal Tagle. Ha entrado en el corazón de todos. Pero somos conscientes de que representa un regalo que la Iglesia en Filipinas hace a la Iglesia universal”, aseguró el obispo de Novaliches, monseñor Roberto O. Gaa, ex Rector del Seminario Superior de los Santos Apóstoles de la archidiócesis de Manila. “Tenemos emociones encontradas: el legado más hermoso es su humildad y cercanía. Fue realmente un buen pastor para nosotros”, explica Sharon, una católica comprometida en una parroquia de la zona. “Realmente nos cuidó con amor”, concluye el padre Abos, un anciano sacerdote de Manila. El cardenal Tagle deja una próspera diócesis con unos 600 sacerdotes, incluidos diocesanos y religiosos, más de 700 religiosas y más de 400 catequistas.