Bogotá - Responder ante la cultura del descarte y del despilfarro, promover la cultura del encuentro, fortalecer las comunidades cristianas para que sean cada vez más un signo concreto del amor de Cristo hacia los más pequeños y necesitados: estos son los objetivos de la Jornada Mundial de los Pobres del domingo 18 de noviembre, que la Iglesia colombiana invita a celebrar a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Caritas Colombia. “El pobre grito y el Señor lo escucha” es el tema propuesto este año por el papa a todos los católicos y a las personas de buena voluntad, para que no sean indiferentes a quienes invocan nuestra ayuda y nuestra solidaridad.
“Esta iniciativa del papa Francisco es una oportunidad para vivir la fraternidad, la solidaridad, en familia, en las parroquias y en las diócesis Caritas Colombia. El mensaje del santo padre subraya tres verbos: gritar, responder y ser libres, para escuchar la llamada de tantos hermanos con necesidades, viviendo las obras de misericordia”, explica el Padre Enán Xavier Humánez, subdirector del SNPS.
Para la ocasión se prepararon varias ayudas: las enseñanzas sobre los pobres en la Biblia y en el magisterio, las reflexiones sobre la II Jornada Mundial de los Pobres, los compromisos y las iniciativas que se llevarán a cabo en las circunscripciones eclesiásticas y en los diferentes contextos sociales.
Entre las propuestas presentadas para vivir este día, destaca la invitación a los pobres a participar con la comunidad en las Misas del domingo 18 de noviembre, no como espectadores, sino activamente tomando parte en las lecturas, en la oración de los fieles, en la procesión del ofertorio y en la acción de gracias.También se propuso invitar a la gente pobre o necesitada de ayuda que vive cerca de los feligreses de nosotros, a compartir el almuerzo en familia como “invitados de honor”, lo que ayudará a vivir la fe de una manera más coherente.
La caridad viva es el compromiso y la misión de toda la Iglesia, por lo que también es necesario fortalecer las Caritas parroquiales y diocesanas, que animan y acompañan el compromiso de toda la comunidad en favor de los excluidos. Otro objetivo de esta ocasión es promover la formación de los laicos en la doctrina social de la Iglesia, para concentrar esfuerzos en la construcción de un nuevo sistema económico centrado en la persona humana. La invitación es a no reducir el Día de los Pobres al “asistencialismo”, sino también a promover el nacimiento de nuevos hombres para una civilización de amor.
Caritas Colombia también pidió que se produzcan subsidios, también a través de los medios sociales, para difundir el mensaje del papa y las actividades que promueven las parroquias y las diócesis. Finalmente, la conciencia de que la Madre Tierra también es marginada, explotada y maltratada debe fomentar la organización de actividades de educación ambiental, la plantación de árboles, la recolección de basura, la promoción de programas de reciclaje, la limpieza de lugares públicos, la pintura de murales con mensajes ecológicos, la organización de reuniones en instituciones educativas, conciertos, etc.
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