Bogotá – “Hacemos nuestras todas las voces que claman por un país solidario y justo. Nuestra mirada es esperanzadora aun conociendo los graves problemas que nos aquejan y todos los esfuerzos que debemos realizar para encontrar respuestas eficaces para el futuro de nuestra nación que urge acciones realistas donde todos los actores sociales nos comprometamos”. Así lo escriben los obispos de Colombia en el mensaje publicado al término de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal , en la que se ha analizado la realidad del país, se ha elegido la nueva dirección y se han trazado las líneas pastorales para los próximos tres años .
En el mensaje, recibido también en la Agencia Fides, los obispos dan gracias al Señor de la Vida que ha permitido la reunión de manera presencial y renovar la comunión fraterna de Iglesia que camina y sirve a toda la nación colombiana. En las celebraciones litúrgicas
han presentado al Padre “los dolores y las esperanzas de las regiones”, y han rezado “por los cientos de miles de fallecidos por la pandemia y por sus seres queridos que los lloran”. Por último los obispos exhortan: “Este es un momento para caminar juntos, para escucharnos, para participar, para servirnos con amor de hermanos”, y citando al Papa Francisco recuerdan que “el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.
En el curso de una rueda de prensa, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y nuevo Presidente de la Conferencia episcopal colombiana, ha citado tres criterios a seguir durante el próximo trienio, para responder a las necesidades actuales no solo de la Iglesia sino también de todo el país, en el camino hacia la reconciliación: Camino de comunión permanente, verdad y respeto a la vida.
“Le pido al Señor que nosotros, los que hemos sido nombrados para acompañar el caminar de la Iglesia, de la mano de los diferentes actores y en los distintos ambientes, podamos ser servidores de Cristo Jesús que se nos muestra como camino, verdad y vida” ha dicho el Presidente.
Monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y nuevo vicepresidente de la CEC,
ha observado que la Iglesia nunca ha estado ausente de este trabajo y es visible a través de las diferentes acciones que adelantan obispos, párrocos, religiosos, religiosas y laicos a lo largo del territorio nacional, pues “en toda parroquia de esta Colombia hay obreros por la paz”.
“Una de las tareas que esta responsabilidad que el Señor nos entrega hoy, a través de la CEC, es pensar el país y ayudarlo a salir de este conflicto que lo aflige en materia de paz. De no resolver el tema de la paz, estaremos estancados en muchos dolores, con muchas fracturas y, finalmente, no veremos el país que nos merecemos” ha añadido el vicepresidente.
Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y nuevo secretario general de la CEC, por su parte ha invitado a los jóvenes a caminar de manera sinodal con la Iglesia, siendo parte activa, dinámica y crítica de ella. Además ha subrayado que a la Iglesia le duelen los casi 110.000 fallecidos que ha dejado la pandemia en el país, entre los que se han visto también afectados varios miembros de la Iglesia. “Como todos los colombianos – ha dicho -, también nosotros hemos tenido pérdidas. Somos conscientes de esta realidad de sufrimiento que se vive. Por ello, queremos ser esa Iglesia que acompaña, que es samaritana, que está muy atenta a las situaciones de dolor de tantas familias”.
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