Ankara – “Rindo homenaje a los armenios otomanos que perdieron la vida en las difíciles circunstancias de la Primera Guerra Mundial y ofrezco mis condolencias a sus descendientes”. Así lo escribe el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en un mensaje dirigido a Sahak II Maşalyan, Patriarca armenio de Constantinopla, con motivo del 24 de abril, fecha en la que las comunidades armenias de todo el mundo conmemoran las masacres sistemáticas de armenios perpetradas entre 1915 y 1916 en la península de Anatolia. En su mensaje, el Presidente turco recuerda con énfasis la convivencia secular entre turcos y armenios en Anatolia, subrayando que todos pertenecen “a la misma familia humana, independientemente de su etnia, religión, lengua o color”.
Erdogan destaca que “nuestra cultura común se ha enriquecido y desarrollado con los conocimientos y el sudor de muchos médicos, ingenieros, abogados, empresarios y profesionales formados con la contribución de la comunidad armenia también en los campos de la arquitectura, la música y el arte. No podemos permitir - añade el dirigente de Ankara -, que turcos y armenios olviden siglos de cultura de convivencia”: Además, recuerda que “no ayuda a nadie intentar politizar los debates que los historiadores deben llevar a cabo de forma objetiva, convirtiéndolos en un instrumento de ataque contra nuestro país”. El Presidente turco en su misiva da las gracias a “nuestros ciudadanos armenios, que son parte integrante de nuestra nación”, y con respecto a la dolorosa cuestión de lo que los armenios llaman “Medz Yeghern” reitera las fórmulas de condolencia ya utilizadas en circunstancias anteriores, renovando su homenaje “a los armenios otomanos que perdimos en la Primera Guerra Mundial” y expresan su participación en el “dolor de sus familiares”.
Por su parte, el Patriarca armenio Sahak II, en unas declaraciones recogidas por los medios de comunicación turcos, ha expresado su pesar “al ver que los sufrimientos de nuestro pueblo y los recuerdos sagrados de nuestros antepasados se utilizan como herramienta para conseguir objetivos políticos contingentes”, añadiendo que precisamente Erdogan “ha sido el único estadista en la historia de la República de Turquía que ha emitido mensajes sobre este tema, como Primer Ministro y Presidente de la República”, mostrando que comparte “nuestro dolor y respeto por la memoria de nuestros hijos que han perdido la vida en el exilio”.
Por otra parte, Erdogan ha utilizado palabras en un tono muy distinto para estigmatizar la elección del término usado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que el 24 de abril, en un mensaje publicado en la página web oficial de la Casa Blanca, volvió a utilizar -como jefe de Estado de Estados Unidos- la definición de “genocidio” para indicar las masacres sufridas por los armenios en los territorios de la actual Turquía durante los primeros años de la Gran Guerra. Antes que él, ya lo habían hecho Jimmy Carter y Ronald Reagan, pero luego, desde George H. W. Bush hasta Donald Trump, la expresión había desaparecido del léxico de los inquilinos de la Casa Blanca en sus pronunciamientos oficiales.
En sus primeras declaraciones en reacción al mensaje de Biden, dadas a conocer a los medios de comunicación el lunes 26 de abril al finalizar una reunión del gobierno de Ankara, el líder turco ha confirmado a su manera la relevancia geopolítica que ha adquirido la controversia del “Genocidio Armenio”. Erdogan ha señalado los posibles “efectos devastadores” en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Turquía que podrían derivarse de la decisión de Biden de aclarar la expresión disputada por Ankara, presentando la decisión del presidente estadounidense como una capitulación ante “los círculos radicales armenios y los círculos hostiles a Turquía”. Según Erdogan, las palabras de Joe Biden “sobre los dolorosos acontecimientos vividos por los armenios son infundadas, injustas y contrarias a la verdad”, también porque “nadie como nuestra nación sufrió esos acontecimientos”, y “se equivocan quienes creen que Turquía ha enterrado ese dolor y ha pasado página”. “No es justo bien hacer una clasificación del dolor, pero si se quiere hacer”, ha comentado Erdogan, “somos nosotros los que más hemos sufrido”. El presidente turco también ha relanzado su propuesta de crear una comisión mixta de estudiosos encargada de arrojar luz sobre los “dolorosos acontecimientos de 1915” a partir de documentos también presentes en los archivos turcos: “Hablemos con los hechos, con la historia, no como lo hizo el presidente Biden”, ha añadido Erdogan, reiterando que no se puede acusar a Turquía de genocidio. “Los que hablan en estos términos – ha advertido el líder turco -, que se miren al espejo”, añadiendo entre otras cosas que “todo el mundo conoce la historia de los nativos americanos”.
Ankara no reconoce las masacres de las que fueron víctimas los armenios en Anatolia entre 1915 y 1916 como un exterminio planificado sobre una base étnica, considerando estos hechos como una trágica consecuencia del estado de caos relacionado con el conflicto bélico que habría llevado a la disolución del Imperio Otomano.
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