Roma – La Congregación de los Misioneros Verbitas , formada por sacerdotes y religiosos, trabaja difundiendo en el mundo el Evangelio de Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, y promoviendo su reino de paz, justicia y amor. Fundada por San Arnold Janssen en 1875, en poco tiempo la Congregación tuvo un notable desarrollo, que llevó a sus miembros - hoy más de 6.000 -, a estar presentes en Europa, Asia, Oceanía, África y América. La Agencia Fides ha planteado algunas preguntas al Secretario General de Formación y Educación de los Verbitas, el p. Pushpa Anbu Augustine, y al Asistente General de Formación y Educación de los Hermanos Verbitas, el hno. Carlos José Ferrada Monntero, sobre cómo es la realidad de las vocaciones de los Verbitas en Asia.
¿Podéis darnos una visión general de la situación de las vocaciones en Asia?
Hoy en día, Asia es el fulcro de las vocaciones de la SVD. Hay 20 Provincias/Regiones/Misiones en Asia y los misioneros están presentes en Australia, Nueva Zelanda, Tailandia, Myanmar, Bangladesh, Indonesia, India, Japón, Corea, Filipinas, Papúa Nueva Guinea, China, Taiwán, Hong Kong, Macao, Timor Oriental y Vietnam. La mayoría de nuestras vocaciones proceden de Indonesia y de la India. Hay 396 estudiantes y 212 novicios en formación de Indonesia, y 113 estudiantes y 40 novicios de la India. Además, tenemos 62 estudiantes y 13 novicios sacerdotes en Vietnam y 54 estudiantes y 16 novicios sacerdotes de Filipinas.
En total, por tanto, hay actualmente 681 estudiantes y 283 novicios en formación en Asia. Una de las características de la formación SVD es que los alumnos siguen un programa común. Aunque la mayoría de las vocaciones provienen de Asia, están abiertos a servir en cualquier parte del mundo para cumplir con nuestro mandato misionero, aunque esto, por supuesto, implique dejar su propio país, su lengua materna y su entorno cultural.
¿En qué contexto surgen las vocaciones SVD?
Cuando los pioneros Verbitas llegaron a Asia, presentaron la Sociedad como una congregación misionera y trabajaron por el desarrollo general del pueblo. Proclamaron la Buena Nueva y defendieron los valores del Evangelio, sembrando las semillas de la Palabra de Dios por dondequiera que iban. La gente fue apreciando el compromiso de servicio de los misioneros. El celo por la misión y el interés por difundir la Palabra de Dios están en la mente de los jóvenes, y responden de buen grado a la llamada de Dios. En las misiones de frontera, los misioneros solían extender su servicio a los pobres y a los indígenas. Como muestra de agradecimiento por todo lo que este pueblo ha recibido de los misioneros, algunos jóvenes se han unido a ellos para hacerse religiosos. El testimonio de vida de los misioneros puede ser otro factor: nuestros misioneros viven un estilo de vida sencillo y humilde, poniéndose al servicio de los demás con compromiso y desinterés, incluso en zonas remotas a las que nadie llega. Cuando los jóvenes ven a estos misioneros, sienten el deseo de unirse a ellos.
En el contexto de Asia también encontramos otro factor: las familias están muy unidas. Una parte para nada indiferente de la formación en la fe tiene lugar en las familias, donde los padres consideran a sus hijos un regalo de Dios. Por ello, las familias insisten en los valores y educan a los niños en el sentido de la responsabilidad hacia sí mismos y hacia los demás. De este modo, aprenden a elegir libremente el camino de sus propias vidas, apoyados y animados por sus familias.
El secularismo, el consumismo y el utilitarismo se han convertido en el modo de vida de muchos, pero todavía hay una cierta religiosidad que encontramos en Asia. En algunas partes del continente, la vida religiosa sigue atrayendo a los jóvenes. Ciertamente, la formación debe agudizar sus motivaciones y mejorar la calidad de vida de quienes desean ingresar en la Congregación. Mientras que la promoción sistemática de la vocación es esencial y también son necesarios tanto el acompañamiento constante como los contactos regulares.
¿Qué impulsa, y qué desanima, a un joven asiático a convertirse en Verbita hoy en día?
Los misioneros Verbitas están siempre en las periferias, sirviendo a los últimos, a los marginados, y a través de su servicio “ponen a los últimos primero”. La labor de los misioneros entre los sectores desfavorecidos de la población atrae a los jóvenes para que se unan a ellos y hagan lo mismo para elevar a los pobres y marginados. La característica única de la vida Verbita, en cualquier parte del mundo, es la convivencia intercultural. En contraste con el mundo del individualismo, las afiliaciones culturales o nacionales, nuestras comunidades interculturales/internacionales se convierten en un poderoso testimonio de los valores de la fraternidad universal, la inclusión y la aceptación de la diversidad como un don de Dios. El contexto de nuestro enfoque global de la formación, con su insistencia en la interculturalidad, ayuda al crecimiento de la vocación. Algunos jóvenes se sienten atraídos precisamente por nuestra forma de vivir esta realidad.
Hay importantes áreas de misión que la SVD ha trazado para todos sus miembros, que incluyen: Nueva Evangelización, Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, Educación e Investigación, Asuntos de Justicia y Paz, y Preservación de la Creación. Los jóvenes que ven a los misioneros comprometidos en estas importantes áreas de misión se sienten atraídos por ellos.
En algunas partes de Asia, la belleza y el esplendor de las tradiciones cristianas siguen ejerciendo su fascinación. La dimensión ritualista de la fe sigue atrayendo vocaciones a la vida religiosa. La gente se inclina más por lo que atrae al cuerpo y a la mente, las fiestas, las devociones populares, el clericalismo y la liturgia dramatizada: todos aspectos que atraen a los jóvenes.
Al mismo tiempo, hay razones que los desaniman a unirse a la vida religiosa misionera. Las tendencias cambiantes del mundo, como la globalización, la secularización, la migración, el relativismo, el consumismo y la urbanización, influyen en la mentalidad de los jóvenes de hoy, que se sienten excesivamente atraídos por las redes sociales y obsesionados con las tendencias posmodernas. Sin duda, los jóvenes tienen muchas opciones para su vida, y prefieren tener seguridad económica y llevar una vida cómoda en cualquier parte del mundo. Los escándalos provocados por los religiosos son también otro motivo de desánimo, pues algunos estudiantes consideran que la formación en el seminario es demasiado rígida y no consiguen cumplir los estándares de formación para su actitud.
¿Cómo ha afectado la pandemia de Covid 19 a la actividad vocacional?
La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto global y ha afectado a todos los aspectos de la vida, incluidas las vocaciones y la formación misionera. Algunas casas de formación han podido continuar con sus programas adoptando restricciones, otras han tenido que hacer muchos cambios y ajustes. Debido a las restricciones, en muchos países no se han podido celebrar campamentos de vocación ni contactar personalmente con los estudiantes. En otros lugares, los formadores se han mantenido en contacto con ellos, animándoles a mantener su vida espiritual y a participar en algunas actividades personales, como programas de concienciación social, así como a asistir a clases en línea.
Por desgracia, una cierta cantidad de estrés y ansiedad se ha apoderado de las mentes de los estudiantes debido al temor de ser contagiados, temiendo también por los miembros de la familia. El alejamiento social sufrido, ha provocado soledad, debilidad psicológica, sequedad espiritual y conflictos interiores. Aunque la situación ha afectado negativamente al programa de animación y formación vocacional, el Superior General y otros misioneros han estado en contacto con ellos animándoles. A pesar de la pandemia, hemos podido gestionar en gran medida el programa de formación. La situación nos ha enseñado a ser creativos e innovadores en los programas de formación. Debido a las limitaciones, muchas de las actividades se realizan utilizando la tecnología moderna y los medios de comunicación social. Después de todo, ya es hora de que los religiosos también se activen y utilicen la tecnología moderna para la promoción vocacional y otras actividades relacionadas.
Publicar un comentario